viernes, 2 de octubre de 2015

Capítulo 19.

   Abre los ojos con dificultad y se extraña al no reconocer el lugar. Las luces están completamente apagadas, pero ella está tumbada en una cama y tapada con las sábanas. Se reincorpora y piensa por unos segundos.
-Mierda...- Murmura y mira a la persona que tiene a su lado.- ¿Albert? Albert.- Le zarandea del brazo.
-Mm...- El chico se remueve.
-Albert, ¡que me he quedado dormida!- Enciende la luz del escritorio y mira la hora en su móvil. ¡Son las dos de la madrugada!
-Ya lo sé...- La ronca voz del chico hace que se estremezca.- Y tus padres también lo saben... Y los míos...- Se da media vuelta para mirarla.- Llamaron hace unas horas y como ya estabas durmiendo, contesté yo por ti.
-¿Qué les dijiste?- Pregunta nerviosa.
-Que te habías quedado dormida y que si no les importaba, mañana te llevaba a casa. Tu madre dijo que no había ningún problema, solo que estaban preocupados al ver que no llegabas...- Bosteza y cierra los ojos.- Espero que no te moleste compartir cama.
   Aisha sonríe levemente y apaga la luz para volver a tumbarse. Se arropa y se gira quedando frente al chico, que intenta volver a dormir tras esa interrupción de sus sueños.
-Última vez que veo una película en tu casa. Mira lo que ha pasado.- Susurra divertida.
-¿Tan malo es tener que compartir la cama conmigo? Joder, me ofendes, eh.- Albert suelta una carcajada, que la hace reír a ella.- Sh... No te rías tan alto.
-Ay... Vale, vale.- La morena de ojos oscuros se acomoda y cierra los ojos.- Gracias por haber hablado con mis padres. De no ser por ti, lo mismo me matan.
-Creo que les he caído bien.- Dice alegre.
-Más bien que Nathan, seguro. No les agrada mucho...
-Malo, entonces.- Albert vuelve a bostezar.
-Ya me callo y te dejo dormir.- Sonríe en la oscuridad de la habitación.
-No seas tonta... Me gusta hablar contigo.
-Pero no a estas horas.
-No pasa nada, de verdad.- El chico se remueve en la cama.- Pero buenas noches, canija.
-Buenas noches, Albert.
   Durante un buen rato permanecen en silencio. Aisha da un par de vueltas intentando conciliar el sueño, pero ya se ha desvelado y no le está resultando nada fácil volver a dormir.
   Albert, por su parte, se da cuenta de eso y sin decirla nada, la abraza y se acerca ella.
-Como sigas dando vueltas... Te vas a caer de la cama.- Bromea él.
-No creo. ya me has sujetado tú.- La chica se ríe y se da media vuelta, quedando frente a él, como minutos antes estaban. Albert no se aparta, y eso le agrada.- Hasta mañana.- Le da un corto beso en la mejilla.
-Hasta mañana...- Él se lo devuelve en la frente y tras eso, sonríe.
   Para ambos, aquella situación significa el comienzo de muchas cosas... Y el final de otras.



   Recorren el centro de Denver entre divertidas conversaciones y risas. Hacía bastante tiempo que no pasaban un día juntas, pero todo sigue como siempre. Entran en una cafetería y se acomodan en una mesa que hay al final del pequeño local. Un camarero toma nota de lo que quieren y se marcha de allí dejando que retomen su conversación.
   El tiempo pasa y ellas sieguen hablando mientras comen, hasta que el móvil de Dinna comienza a sonar. La chica, al ver el número en la pantalla, responde con rapidez.
-¿Diga? Sí, sí. Soy yo.- Escucha atenta las palabras de la otra persona.- Pero... ¿Puedo hacer la visita?
 Sí, de acuerdo. De cinco a siete. Perfecto, Iré esta tarde, hasta luego.- Cuelga y se muerde el labio nerviosa.
-¿Ocurre algo?- Nyx pregunta curiosa y algo preocupada por los gestos que ha hecho su amiga.
-Es largo de contar...
-Tengo tiempo.
   La pelirroja bebe un trago de su refresco y suelta un suspiro. No ha hablado del tema con nadie, pero contarle esto a alguien, puede que le siente bien.
-Tú... ¿Sabes lo de mi hermano?
-Sí... ¿Ha pasado algo con Dylan?
-Hace dos semanas, volvió a casa. Aceptó nuestra ayuda y desde ese día, está en el centro de nuevo.- La chica hace una breve pausa antes de continuar hablando.- Normalmente, cuando ingresan a alguien, no puedes verle en un tiempo, pero soy así de pesada, que les insistí a los médicos con ir a visitarle y por eso viene la llamada. Dicen que puedo verle hoy en el horario de visitas.
-Eso es bueno, ¿no?
-Supongo que sí.- Suspira.- No sé qué decirle, ni qué hablar con él, Nyx. Llevamos años sin tener comunicación. Somos como dos desconocidos y es mi propio hermano.
-Cielo... Es una situación muy delicada, pero no puedes pensar de esa forma. Cuando le veas, dale cariño. Va a ser difícil, tanto para él como para ti, lo sé. Pero Dylan tiene que ver que le importa a alguien. Lleva mucho tiempo metido en ese mundo y se ha cerrado a todo. Tenéis que conseguir que se abra de nuevo y la mejor manera, es demostrarle que estáis con él pese a todo.
-Me vas a hacer llorar... Qué bien hablas, cabrona.- Dinna sonríe levemente.
-No digas tonterías. Mira, cuéntale cosas sobre ti, sobre lo que haces con nosotros, sobre tu vida. Dale la oportunidad de sentir que tiene una hermana que confía en él.- Nyx bebe un trago de su vaso y da un mordisco a su comida.- Si quieres, puedo llevarte al centro y a la salida te paso a buscar. Solo si quieres.
-¿Podría venir David? Él no sabe nada de esto, pero estoy segura de que si me acompaña me sentiré mejor.
-Claro, dile que a las cuatro pasamos a buscarle. ¿El centro está muy lejos?
-A cuarenta y cinco minutos de Denver...
-Bueno, pues vas a tener todo ese tiempo para explicárselo a tu novio y para poder pensar lo que hablarás con tu hermano.- La rubia coge la mano de la chica y le da ánimos con aquel gesto.- Todo va a salir bien, hazme caso.
-Eso espero...
-Que sí. Y verás como con todo esto y la ayuda de los médicos, Dylan volverá a ser el de siempre.
-Ojalá, pero una parte de mi desconfía de él.
-Lo entiendo, pero si esta vez ha accedido a recibir vuestra ayuda... ¿Por qué pensar de manera negativa? Él ha dado el primer paso y el más importante: ha querido poner remedio a su adicción con las drogas. Es cierto que va a ser difícil depositar vuestra confianza en él, tanto por tu parte como por parte de tus padres, pero tenéis que intentarlo.
   Las dos amigas se quedan en silencio tras lo último que ha dicho Nyx. Dinna lo piensa por unos segundos. Como ha dicho la chica... Tienen que intentarlo.



   El señor Fray intenta poner orden en aquel aula de último curso. No le resulta sencillo tener que lidiar con los veintisiete alumnos de su clase.
-Señores, por favor... Es importante.- Resopla.- Ya tenemos las entradas para el concierto.
-¿Lo dice de verdad? ¡Genial!- Alexy sonríe.
-Bien, por fin me hacen caso... Bueno, ¿han pensado en la organización? ¿Cómo pretenden lidiar con el concierto?
-¿Podemos salir un momento y explicarlo?- Rosalya se pone en pie al ver que Fray asiente con la cabeza.- Vamos. Que salga alguien más conmigo.
-Ya vamos.- Los gemelos y Rox también se levantan y caminan hacia la pizarra. Miran a toda la clase y Albert rompe en carcajadas. La morena de ojos verdes se contagia de su risa y acaba roja de la vergüenza al ser el centro de atención junto a su amigo. Como no tienen unas risas llamativas ni nada...
-¿Qué os pasa?- Rosalya les mira divertida.- Dejad de reír, ¡así no se puede!
-Perdón, perdón... Pero yo y hablar en público...- Albert se seca las lágrimas.- Ay...
-¡Basta! Que me duele la tripa...- Rox se abanica con las manos.
-Señores... ¿Pueden proceder a dar la información?- Fray sonríe intentando no reír junto a esos dos.
-Ya va, ya va.- Alexy niega con la cabeza y suspira. No tienen remedio.- Bueno, habíamos pensado contar con la ayuda de la otra clase. Necesitamos que algunos se encarguen de vender las entradas, de hacer promoción... Rosalya y yo pensábamos encargarnos de la escenografía y para eso necesitamos que como mínimo, nos ayuden diez personas más.
-Yo pretendía encargarme de todo el tema informático: iluminación, sonido... Pero también necesito ayuda y sé que a varios se os da bien este tipo de cosas.
-Yo puedo ayudarte.- Uno de los chicos que ocupa la tercera fila le mira sonriendo.
-Perfecto. Lo que pensábamos hacer era pasar una hoja en la que os apuntéis y digáis lo que queréis hacer. Tenemos que poner todos de nuestra parte.- Rosalya se apoya en la mesa del profesor y les mira.- Hablaremos con los de la otra clase y nos organizaremos cuanto antes.
-Y bueno...- Rox llama la atención de todos.- Necesitamos que alguien supervise que todo vaya en marcha. ¿Voluntarios?
-Tú misma, tía.- Dinna mira a su amiga divertida.- Podrías hablar con Nyx y si eso, con Brandon y el delegado de la otra clase. Entre los cuatro, podéis supervisar el trabajo.
-¿Qué?- Brandon se encoge en su sitio.- Yo... No creo que sea el adecuado para supervisar nada. Prefiero hacer promoción...
-Pues entonces no sé quién os puede ayudar...
-Yo te puedo ayudar con eso...
-¿Tú ayudar? ¡Bastante que vas a actuar!- Rox niega con la cabeza interrumpiendo las palabras del guitarrista.- Max, ni de coña.
-Señorita Olivier...
-Perdón.- Sonríe tímida.- Vosotros tenéis más trabajo que todos nosotros. Tenéis ensayos, pruebas de sonido y encima pretendéis componer. ¿Crees que estás en disposición de ayudarme?
-Bueno, no sé.- El chico de ojos grises lo piensa por unos segundos.- Habla con Nyx y hacedlo las dos. Si necesitáis ayuda, solo tenéis que decirlo.
-Tranquilo, se las arreglarán. Ya las conocemos.- David le guiña un ojo a la chica.- Bueno, ¿tenéis algo más que decir?
-¡Sí! Ya sabemos la hora exacta a la que será el concierto.- Alexy coge una tiza y lo apunta en la pizarra.- Viernes 20 de febrero, siete y media de la tarde. Auditorio de Denver.
-¿Viernes?- Pregunta una de las chicas de la clase.- ¿No es un poco precipitado? Podría ser un sábado.
-Ese día, todos los alumnos que estén ayudando con el concierto, no vendrán a clase.- El profesor Fray les mira divertido.- En especial el grupo que actuará. La directora y los profesores lo estuvimos hablando y a todos nos pareció lo correcto.
-¡Bien! ¡Eso significa que voy a poder dormir más tiempo!- Luke aplaude mientras suelta una carcajada.- Esto del concierto es lo mejor que podría habernos pasado, eh.
-Como si ustedes no encontrasen la forma de faltar a clase... Por cierto, ¿con qué repertorio nos van a deleitar? ¿Han pensado en algo?
-Por el momento podemos decir que el rock, es lo que más predomina.- David sonríe.- Aunque hay canciones de pop y alguna balada por ahí suelta.
-Escucharéis mucho Fall Out Boy, aviso.- Max sonríe.- Así que, os podéis aprender un par de canciones de ese grupo.
-Y por cierto, veremos a Dinna y Aisha cantando...- Luke sonríe.
-¡¿Qué?! ¡Ni en sueños! Yo toco el bajo y hago coros. ¡No pretendas que me ponga a cantar! Suficiente hago ya.- La pelirroja niega con la cabeza.- No me veréis cantar, os lo aseguro.
-Vaya que no...- David mira cómplice a Max y a Luke.- Aquí vamos a lucirnos todos.



   Se sienta en las escaleras esperando a que alguno de sus amigos salga del examen. Por suerte, en cosa de minutos, Rox sale del aula. Le ve y se acerca hasta él.
-¿Cómo te ha ido?- Pregunta mientras se deja caer en un escalón.
-¡Bastante bien!- Albert sonríe.- Pensé que sería más complicado...
-Pues has visto que no. Pero los demás van a tardar en salir, por lo que he podido ver.- La morena de ojos verdes se encoge de hombros.- Bueno, me dijiste que me tenías que contar algo.
-Ah, sí...- Se sonroja.- Aisha durmió en mi casa el sábado.
-¿Qué dices? ¿Y eso?- Pregunta divertida.
-Estábamos viendo una película y se quedó dormida... Llámame loco, pero creo que las cosas entre nosotros mejoran.- Suspira.- No sé, sino fuese por Nathan, tal vez podría intentarlo. Pero con él de por medio...
-¿Quién dice que no puedas intentarlo? No te digo que te lances de cabeza a la piscina, pero poco a poco, puedes conseguirlo. Por lo que Nyx me ha contado en el almuerzo... Aisha lleva sin estar de buenas con él desde que supo lo que pasó hace unos años.
-No es motivo para que haga eso... A ella no le ha hecho nada.
-Puede que no sea motivo, pero a lo mejor se comporta de esa forma porque le importamos, o tal vez sea una forma de evitar un posible daño.- Rox se peina con las manos.- No llevo mucho con vosotros, al igual que ella... Pero empiezo a conoceros y a ti ya te tengo pillado. Eres una persona muy espontánea, aunque eres algo tímido. También eres sensible y sabes apreciar a la gente que te rodea. Puede que seas un poco friki, como dice tu hermano, pero eres una persona que merece la pena conocer. Y estoy segura de que Aisha sabrá apreciarte si le muestras cómo eres realmente.
   El gemelo de pelo oscuro sonríe emocionado ante aquellas palabras y abraza a la joven. Ella le devuelve el abrazo y están así por unos segundos.
-Nunca te lo he dicho, pero empiezo a verte como mi mejor amiga.
-Lo mismo puedo decirte.- Sonríe de nuevo.- Y ahora que estamos en este momento tan emocionante... ¿Puedo contarte algo sin que me digas que soy estúpida o algo parecido?
¿Qué ha pasado?
-Max y yo nos besamos el sábado.- Los colores suben hasta sus mejillas ante la cara de asombro que muestra Albert.
-¿Y qué ha pasado? ¡Porque no he visto ni un solo beso en toda la mañana!
-Que le dije que necesitaba tiempo para aclararme... Pero que no descartaba la posibilidad de que pasara algo en un futuro.- Suspira.- ¿Crees que he hecho bien?
-Al igual que me acabas de decir, yo también empiezo a conocerte. Y sé que le has dicho eso por el simple hecho de que has pensado en Brandon. Pero... Piensa en ti por un momento y piensa en cómo son los dos.
-Son polos opuestos.
-Ahí tienes la respuesta. Max y tú también sois polos opuestos... Entre vosotros hay una atracción que se ve a kilómetros, algo que por ejemplo no te sucede con Brandon. Puede que con él haya algo de tonteo, pero realmente saltan chispas entre tú y Max.- El chico se acomoda en la escaleras y mira la puerta de la clase.- Pero es cierto que a lo mejor necesitas tiempo para aclarar tus ideas.
-No sé qué hacer.
-Piensa en lo que te aportan los dos. Los pros y los contras.- Albert le remueve el pelo.
-Lo pensaré. Eres el único que lo sabe...
-No diré nada. No soy quién para hablar de ello.
   La puerta de la clase se abre y el resto del grupo sale del aula. Se ponen en pie y se acercan hasta ellos para preguntarles por el examen de Historia. A todos les ha ido bien.
-¿Os dais cuenta que esta semana acabamos los exámenes?- Luke se apoya sobre las taquillas.
-¿Os dais cuenta? En dos semanas nos dan las vacaciones y las notas. Adivinad a quién le van a confiscar la consola.- Albert hace pucheros.
-No pienses así...- Rosalya intenta animarle.- ¡Podríamos salir este fin de semana!
-Imposible, tenemos ensayos.- Max se encoge de hombros.- La semana que viene, si queréis.
-¡Perfecto! Que nadie haga planes, ¡nos vamos de fiesta!

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