viernes, 3 de julio de 2015

Capítulo 12.

   Todos se ponen de pie dispuestos a abandonar el auditorio de una vez por todas. Son casi las diez de la noche y pretenden celebrar que ya han acabado con el tema de las audiciones.
-¿No os olvidáis nada?- Rox pregunta antes de llegar a la puerta.
-Lo llevamos todo, tranquila.- David le revuelve el pelo.- Gracias por haber venido.
-No las des.
-Nyx nos está esperando en la calle con el coche.- Anuncia Alexy mientras mira su móvil.
   Salen todos de allí se dirigen al aparcamiento donde una chica de pelo rubio y mediana estatura, espera apoyada sobre un Toyota Corolla del 2010. Se acercan hasta ella y todos saludan con unos ánimos increíbles.
-¡Cuánto tiempo!- Luke abraza a la chica.- Me alegro de verte.
-Lo mismo digo, enhorabuena, eh. Tantos años esperando...
-Calla.- El castaño se empieza a reír.
-Hola Max.- Se dan dos besos y un pequeño abrazo.- ¿Qué tal?
-Todo bien.- El joven sonríe.- Bueno qué, ¿vamos al Blow?
-¿Aún seguís en ese garito? ¿No os renováis o qué?- Nyx se empieza a reír.
-Es nuestro bar, no se cambia.- Albert niega con la cabeza y la abraza por los hombros.- ¿Y Aisha?
-Tenía que irse a casa, pero ha prometido que otro día saldría a tomar algo con nosotros.- Hace una pausa mientras que camina hacia su coche.- Gracias por elegirla.
-Lo ha hecho genial.- David sonríe.- A todos nos ha gustado que tocase una canción de Queen. ha ganado mucho con eso.
   El móvil de Dinna comienza a sonar. La joven se disculpa y se aleja para contestar y poder hablar en condiciones.
-Dime mamá.
-Dinna, siento mucho interrumpirte, pero necesitamos que vengas a casa.- El tono que utiliza no se gusta en absoluto.
-¿Qué pasa? ¿Estáis bien?
-Sí, tranquila, ¿vale? Ven a casa, por favor.
-Dame quince minutos, ahora voy.- Antes de colgar, suspira y pregunta con cierto temor.- Se trata de Dylan... ¿verdad?
   La respiración entrecortada de su madre lo confirma todo. Cuelga y guarda el móvil en el bolsillo de su abrigo. Camina con paso ligero hasta donde está su grupo de amigos y le da un fuerte abrazo a su novio. David preocupado, se lo devuelve. Algo no va bien.
-¿Qué pasa?- Pregunta intentando tranquilizarla.
-Tengo que irme a casa...- Les mira a todos mientras que sus ojos se cristalizan.- Ha pasado algo con Dylan. Lo siento chicos.- Se despide de ellos con un gesto y sale de aquel aparcamiento con paso ligero.
-Vete con ella.- Max golpea el hombro de David con afecto.- Te necesita.
   El chico suspira y asiente con la cabeza. Corre para alcanzarla ante la mirada de todos, que se quedan allí preocupados por lo que haya podido pasar.



   Un trago más y se pone de pie dispuesto a salir a la calle, a pesar del frío que hace a esas horas. Coge su abrigo ante la mirada de todos y se lo coloca.
-Me voy a fumar, ahora vuelvo.- Alexy mira a los presentes.
-Salgo contigo, no me encuentro muy bien...- Rox se levanta de su silla e imita a su rubio amigo.
-Venga ya, ¡pero si apenas te has bebido dos cervezas! Pensé que eras diferente, novata.
-No me toques las narices Max.
-Bueno, bueno. Ya me callo.- Levanta las manos en son de paz mientras que sonríe burlón. Le encanta fastidiar a la chica.
-¿Os importa si salgo con vosotros?- Nyx les mira antes de que se marchen.
-¡Vamos!- Alexy suelta una ligera risa.
-¿Me vais a dejar con estos tres?- Rosalya señala a los chicos que permanecen sentados en aquella mesa.- ¿Qué clase de amigos sois vosotros?
-¿Tan mala idea es quedarte aquí?- Luke pregunta ofendido, aunque en el fondo, la situación le resulte divertida.- ¡Mi novia no quieres estar conmigo, señores! ¿Qué he hecho mal?
-No te lo habrás currado en la cama.- Responde Albert con total naturalidad.
   Rosalya le mira seria y él se encoge de hombros, como si hubiese dicho algo normal.
-No me digáis que no habéis hecho nada todavía.
-¿Y a ti qué te importa?- La castaña le lanza un trozo de patata frita a la cara.- ¿Acaso insinúo yo tus intimidades? ¡No! ¡Cerdo!
-Bueno... Yo me voy de aquí...- Nyx se escabulle entre la gente al igual que hacen Rox y Alexy.
   Consiguen llegar hasta la entrada del local y salir a la calle. La morena de ojos verdes se frota las manos intentando evitar el frío. Cosa que no funciona ya que en menos de dos minutos, se queda helada.
-¿Te encuentras bien?- Nyx mira a la joven algo preocupada. Puede que no se conozcan de mucho, pero le ha parecido una chica muy agradable.
-Me duele la cabeza, no es nada.- Admite con cierta timidez.- No frecuento estos sitios, si soy sincera.
-Cierto.- Alexy expulsa el humo de su última calada para después dar otra.- En lo que llevas con nosotros has venido al Blow... ¿Cuatro veces? ¿Cinco?
-Cinco.
-Pocas entonces.- Nyx se ríe.- Pero todo es acostumbrarse, hazme caso.
   Rox sonríe levemente.
-¿Has vuelto a saber algo de...? Ya sabes quién.- El chico pregunta con cierto tono de enfado.
-No. Tampoco me interesa hacerlo.- La rubia de ojos marrones se cruza de brazos.- Sabes que tengo motivos para no querer saber nada de Jane. Al igual que vosotros...
-No tuviste culpa de nada...
-No es así cómo lo siento. Si hubiese sabido que las cosas acabarían así, no hubiese insistido en que Max y ella salieran juntos.
-¿Cómo ibas a saberlo?
-Por la forma en la que se comportaba Jane. Fui su mejor amiga durante muchos años... Y no me di cuenta de nada hasta que sucedió.
-No me quiero entrometer pero... No entiendo nada.- Rox se ruboriza y mira hacia el cielo nocturno.
-Es una larga historia.- Nyx se apoya sobre la pared de ladrillo que tiene a sus espaldas.- Si tienes tiempo, te la podemos contar.
-Tengo tiempo.
-Bien, pues yo que vosotras, ocupaba el banco que hay allí.- Alexy señala la calle que hay al otro lado.- No pienso estar más tiempo de pie.
-Pues vamos...
   Cruzan la calle y se acomodan en el bando de madera. Nyx carraspea su garganta para dar comienzo al relato.
-Hace unos años, yo me juntaba con el grupo. Y bueno, también se juntaba Jane, la chica que hemos mencionado.- Hace una pequeña pausa antes de seguir.- Antes de nada... ¿Sabes lo del padre de Max?
-Sí.- Rox asiente levemente.
-¿Lo sabes?- Alexy se sorprende de ello.
-Me lo contó hace poco, un día que estuve en su casa...
-¡¿Has estado en su casa?!
-Pasé a recoger unos apuntes y su madre me invitó a cenar...- La joven empieza a sonrojarse y eso hace que su amigo se empiece a reír.
-Típico de Dianne. Bueno, que nos desviamos del tema.- Alexy apaga el cigarrillo y tira la colilla al suelo.- Max y Jane empezaron a salir un año antes de que ocurriera lo de su padre. Todo iba bien, pero al ocurrir esto, las cosas cambiaron. Jane se volvió más distante, apenas estaba con él, siempre encontraba alguna excusa  para no verle. La relación se iba a la mierda poco a poco... Y se fue, por culpa de ella.
-¿Qué pasó?
-Creo que eso es algo que debería contarte Max...- Nyx se encoge de hombros.- Espero que no te moleste.
-No, no. Tranquila.- Rox asiente con la cabeza. Entiende que haya cosas que sólo debería contar el propio protagonista.- Pero... ¿Qué ocurrió después? ¿Por qué dejaste el grupo?
-Me sentía culpable por todo lo ocurrido. Creía que Max lo pasaría peor si estaba con ellos. Yo era la mejor amiga de Jane en aquellos momentos y de una forma u otra sabía que no le agradaba verme.
-Pero te equivocabas... Y mucho.- Alexy cierra los ojos con fuerza, intentando no soltar algunas lágrimas que amenazan son salir.- Todos lo pasamos mal. Por Max, por ti... Pero ahora estamos otra vez aquí, y eso es lo que cuenta.- Sonríe algo forzado y abraza a Nyx.- Espero que vengas más veces con nosotros.
   Rox sonríe con aquella escena. Aquella historia y aquel gesto, demuestran que el grupo guarda bastantes secretos y anécdotas, que espera escuchar algún día.
-Rox, ¡ven aquí!- Nyx incluye a la chica en aquel abrazo y eso les hace reír a los tres.
-¡La pequeña novata!- Alexy le da un sonoro beso en la mejilla.
-Mira que eres tonto...
   Sonríe con aquello y por fin en mucho tiempo, siente que éste es su grupo de amigos.



   Otro portazo más, otro insulto... La noche se complica por momentos y Dylan no entra en razón. Él quiere seguir con la vida que ha llevado hasta ahora.
-Pero hijo... Por favor, vamos a sentarnos y lo hablamos.- La madre del chico vuelve a llorar por enésima vez en lo que va de noche. Le duele ver el comportamiento que tiene su hijo ahora mismo.
-¡No tengo nada que hablar con vosotros! ¡Dejadme salir de casa! Punto.- El joven baja las escaleras de dos en dos. Llega hasta el salón donde su padre, su hermana y el novio de ésta esperan sentados.
-Papá abre la puerta.- Sin modales ni nada, mira al hombre con desprecio.- No me podéis tener aquí toda la noche.
-Dylan haz el favor de calmarte, ¿quieres? ¡Intentamos ayudarte!
-No necesito ayuda.
-¡Claro que la necesitas! ¡Tienes un problema! ¡Un problema que llevamos años tratando de curar! Y no quieres poner remedio.- El señor Gray eleva la voz y se pone en pie.- ¿No te das cuenta de lo que haces? ¿No te das cuenta del daño que le estás haciendo a la familia?
-¿A qué familia? ¿Esa que me ingresa en centros? ¿Esa que no me hace ni puto caso? ¿La que no ha ido ni una vez a verme? ¿Hablas de esa supuesta familia? ¡Porque yo no lo llamaría así!
-Dylan, no le hables así a papá...- Dinna respira hondo intentando no llorar.- Solo queremos hablar contigo, nada más.
-No te metas donde no te llaman Dinna.
-No es necesario que le contestes así.- David se pone en pie, enfrentando al chico pelirrojo que tiene delante.- Ni a ella ni a tus padres.
-Ya salió el novio protector. No sé qué haces aquí, no pintas nada en mi casa.
-¡Dylan Gray!- La mujer eleva la voz y eso le hace resoplar.- ¿Qué clase de vida piensas llevar? ¿Quieres seguir en la drogas? ¿Eso es lo que quieres? ¡Piensa hijo, piensa!
-Abrid la puta puerta. Solo os pido eso. Es simple, me marcho, no me volveréis a ver el pelo.
-No te lo veremos hasta que vuelvas a por más dinero, ¿no?- Dinna comienza a llorar.- ¡Volverás a por dinero para después de marcharte! Esa es la mierda de vida que llevas y no quieres poner remedio. No quieres admitir que tienes un problema con las drogas, que llevas años así. ¿No te has dado cuenta de que echamos de menos al Dylan de hace unos años? El que se pasaba horas y horas jugando con el ordenador. El que me ayudaba siempre que tenía problemas. El que se ofrecía a quedarse en casa y cancelaba sus planes sólo por estar con nosotros.- Hace una pausa mientras intenta calmarse, cosa que le resulta imposible debido al llanto.- El Dylan que tengo delante me da miedo. Me da miedo y mucha pena. Porque no se deja ayudar, porque no admite que tiene un problema. ¿Acaso crees que no nos importas? ¿Que no te queremos? ¡No sabes lo equivocado que estás! ¡Eres un maldito egoísta que sólo piensa en sí mismo! ¡Te odio! ¡Te odio Dylan!
   El chico se queda callado ante aquellas palabras que ha dicho su hermana pequeña. Sin esperarlo, las lágrimas empiezan a correr por sus mejillas. Nota los cálidos brazos de su madre, pero no se mueve.
-Por favor... Me quiero ir.- Dice en un susurro.
-¿De verdad quieres hacerlo?- David le mira por unos segundos y él asiente con la cabeza.- No sabes lo que haces, Dylan. Piensa por una vez, no les des más disgustos.
-Si te vas por esa puerta, no vuelvas.- Dinna se seca las lágrimas.- No quiero que vuelvas. No si sólo es para hacer daño.- Pasa por su lado y sube las escaleras sin decir nada más.
   Escuchan una puerta cerrarse y después un cerrojo que prohíbe la entrada a una habitación
   El señor Gray camina hacia la puerta y quita el seguro, dejando vía libre a su hijo.
-Si es lo que quieres, puedes irte.- Dice con tono apagado.- Pero no te quiero ver más por mi casa. No hasta que aceptes la ayuda que queremos darte.
   Dylan aparta los brazos de su madre y camina hacia la puerta. Al llegar, se gira para mirar a sus padres y a David. Éste ultimo niega con la cabeza bastante enfadado.
-Cuida de mi hermana. Y de ellos.- Es lo único que dice antes de cerrar la puerta y marcharse de allí.
   La madre del joven rompe a llorar y a pesar de que su marido intenta consolarla, ella sigue dejando que las lágrimas caigan sin cesar.
-Ve a ver cómo está Dinna...- El padre de familia lleva a su mujer hasta la cocina.- David, puedes pasar la noche aquí. Si quieres puedo hablar con tus padres y les explico la situación... Dinna te necesita y sé que sólo hablará contigo.
-Le agradezco la oferta.- Responde mientras camina hacia las escaleras.- Les llamaré yo, pero si quiere puede hablar con ellos.
-De acuerdo.
   El joven sube las escaleras y camina hasta la puerta del dormitorio de Dinna. Se toma unos segundos para tranquilizarse y llamar después.
-Soy yo, ¿me puedes abrir?
   El cerrojo suena y la puerta se abre, dejando ver a una chica con la mirada llena de decepción, rabia y lágrimas.
-No entiendo cómo puedes estar conmigo. Soy todo problemas.- Dice la chica sin mirarle.
-Con o sin problemas estoy contigo.
-No entiendo por qué lo haces.
-Porque te quiero.- David entra en la habitación y cierra la puerta tras él. Coge el rostro de la chica entre sus manos y le da un cálido beso.- Vais a salir de esto. Y yo voy a estar con vosotros, te lo prometo.

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