viernes, 3 de junio de 2016

Capítulo 42.

   Tras pasar por aquel bache, todo vuelve a la normalidad entre el grupo. La última semana ha pasado con rapidez y tan solo falta un día para el tan esperado concierto.
-A ver, centro. Filas tres y cuatro para los padres.
-Parte izquierda en las mismas filas, los profesores. Ya lo tengo apuntado.- Brandon sonríe antes de guardar el bolígrafo.- ¿Falta algo más?
-Creo que no... Bueno, colocar la mesa de los refrescos. Pero eso no necesitas apuntarlo.- Rox pasea por el auditorio sin muchas ganas.
   Están allí desde que salieron del instituto y son casi las siete de la tarde.
-Vete a casa, Rox.
-¡No! Tengo que terminar de revisar algunas cosas.
-Podrás hacerlo por la mañana.
-Brandon tiene razón.- Max entra por la puerta principal.- Vete a casa.
-Que no...- La morena de ojos verdes se apoya en una de la butacas.
-Eres una cabezona, novata.- El guitarrista se acerca hasta ella.- Mañana por la mañana vienes y terminas de organizarlo, ¿te parece?
-Me llamas cabezona, pero tú tampoco te quedas atrás.
-Ya bueno. Brandon, ¿la acompañas?
   El delegado se sorprende al escuchar la pregunta. Max está siendo de lo más amable, algo que desde luego nunca ha sido con él.
-Esto... ¿Max?- La joven le mira sin entender nada.
-Dime.- Suelta una carcajada y le da un beso en la frente.- Sé que nunca hemos tenido una buena relación, sobretodo este último año.
-Y lo entiendo... Desde principio de curso supe que estabas interesado en Rox y bueno, viste que yo también.
-Lo sé.- Se encoge de hombros.- No me gustaría acabar de malas formas así que... ¿Tregua?
   Brandon sonríe para después estrechar la mano con el de los ojos grises.
-Nunca pensé que vería esto.- Luke sonríe satisfecho desde la entrada.- Estás mejorando, Williams.
-Lo estoy intentando.
-Bueno Rox, ¿vienes?
-Sí...- La joven comienza a recoger sus cosas,- Nos vemos mañana.- Se pone de puntillas para darle un beso a su novio.- No os quedéis hasta muy tarde, por favor.
-No podemos prometer nada.- El cantante camina hacia el escenario seguido de su mejor amigo.
   Aunque sólo están ellos dos, van a ensayar alguna canción antes de irse a casa. Aún tienen cosas que preparar.



   Con el móvil entre la oreja y el hombro, habla con Alexy mientras que camina de un lado a otro de su casa.
-Mañana he quedado con Dinna a las diez. Me pidió que le ayudase a llevar las bebidas al auditorio.
-¿Ya está todo comprado?- Se sorprende.
-Sí, Nyx insistió en que teníamos que tenerlo todo preparado para el gran día.- Alexy suelta una carcajada.- Estamos demasiado nerviosos.
-Nerviosa estoy yo. Vienen mis hermanos al concierto y además, se quedan este fin de semana.- Rosalya suspira.- Imagina el revuelo que hay ahora mismo en mi casa.
-¿Se quedan los dos?
-Exacto. Y con parejas incluidas.
-Joder, los Hurley al completo. No discutas mucho con Mark...
-¡Pero si siempre empieza él! Se cree que sigo siendo una niña pequeña.
-Es que sigues siendo pequeña. Al menos para él.
-Para él y para Jessie.- Suspira.- ¿Para qué tener hermanos algo más jóvenes? Mis padres lo hicieron mal. Mark y Jessie sólo se llevan tres años... ¡Y conmigo se llevan siete y diez!
-Bueno, pero no pasa nada. Igualmente te llevas bien con ellos... ¡Espera! Que acaba de llegar Albert. ¡Hola! ¿Qué tal en casa de Aisha?
-¡Pon el altavoz!
-No lo digas dos veces.- Alexy se ríe.
-¡Hola Albert! ¿Has conocido a tus suegros?
-Hola Rosa... Sí, les he conocido y son muy agradables.
-¿Y quién es de Italia?- Su hermano pregunta curioso.
-Su padre. ¿De qué habláis?- El moreno de ojos azules mira a su gemelo.
-De los hermanos de Rosa. Pero en fin, ¿a qué hora vas al auditorio mañana?
-David pasa a recogerme a las nueve y media. Aún tengo que comprobar unas cosas de la iluminación y el sonido. Bueno chicos, me voy a mi habitación...
-No te acuestes muy tarde...- La joven les hace reír.
-Eso es imposible. Se pondrá a jugar y se irá tarde a dormir.
-¡Mentira! Últimamente no juego tanto. Es más, dedico el tiempo a ver series de anime. Aisha también las ve.
-Pobre, lo que tiene que pasar estando contigo...- El rubio se empieza a reír al igual que Rosa.
-Vete a la mierda, imbécil.
-¿A quién llamas imbécil, pedazo de...?
-¡Chicos! ¡No empecéis por favor!- La joven les regaña al otro lado de la línea.- Albert, ni caso. Vete a tu habitación y ponte a ver tus series. Pero no te acuestes tarde.
-Vale mamá...- El chico sonríe.- Buenas noches...- Abandona la habitación de su hermano y al salir, le cierra la puerta.
   Después de esto, Rosa y Alexy vuelven a retomar la conversación que mantenían entre ellos, aunque esta vez cambian de tema.



   La mejor manera para tranquilizarse y dejar de lado los nervios es respirar hondo, o al menos, eso es lo que siempre les han dicho. Pero para aquel grupo la forma correcta de ahuyentarlos es improvisar canciones.
   Tocan cualquier nota y cantan la primera canción que se les viene a la cabeza. Llevan más de media hora con ello y ya va siendo hora de hacer un pequeño descanso, algo que no les sentaría nada mal.
-Estoy emocionado, nervioso. No sé, no tengo palabras.- David bebe un poco de agua antes de mirar a los que están allí.- Creo que después de comer saldré un rato a correr. Necesito despejarme.
-Pero sal poco. ¡No queremos que llegues tarde!- Bromea Luke antes de abrazar a Dinna.- ¡Pelirroja! ¡Lo hemos conseguido!
-De cantar en un local alquilado a tocar en un auditorio... ¡Joder!- La chica da saltos emocionada.
-Exacto. Llevamos tres años tocando en nuestro local y solo para nosotros... Y ahora....- El cantante suelta una carcajada.- Aisha, ¿algo que decir?
-Estoy contenta de poder vivir esto con vosotros.- La italiana sonríe.
-¡Pero qué linda eres!- Rosalya le da un beso en la mejilla.- ¡A por todas! Lo haréis genial, chicos.
-¿Y Max?- David pregunta curioso.
-Ahí le tienes.- Albert señala con un gesto hacia las gradas.- ¡Eh, Williams! Tranquilízate, colega.
-En estos momentos me vendría bien una charla con mi padre.- El guitarrista se apoya en una de las barandillas y se sincera con sus amigos.
-Sabes lo orgulloso que estaría de ti, ¿verdad?- El gemelo de pelo oscuro le sonríe.- Gracias a él eres un gran guitarrista y gracias a él y a tu madre, una gran persona.
   Max le mira durante algunos segundos antes de dar media vuelta y suspirar.
-Serás cabrón. Odio llorar delante de la gente.
-¡Max!- El joven se apresura a subir las escaleras para llegar hasta él y darle un fuerte abrazo.
-Tengo la impresión de que hoy vamos a salir todos llorando.- Rosalya mira la escena con emoción.
-¿Qué os pasa?- Rox, que acaba de llegar, les mira curiosa.
-Nada, que tenemos a unos lloricas en el grupo.- Luke suelta una carcajada.- Mírales, si a los dos se les han saltado las lágrimas.
-Pues tú estás igual...- Aisha le señala divertida.
-Venga, ya está.- Albert sorbe por la nariz y se fija en los demás.
   Este emotivo momento llega a su fin. Ya es casi la hora de comer y acaban de decidir que se acabaron los ensayos. Lo han dado todo durante los últimos meses y esta tarde podrán comprobarlo con el resultado final.
-¿Estáis seguros de que vais a descansar?- Rox mira a Sweet Nightmare con diversión.
-Sí. Yo al menos, quiero dormir un poco.- Dinna se pone su abrigo y recoge sus pertenencias.- Además, Dylan llegará sobre las cuatro y me gustaría pasar algo de tiempo con él.
-¿Pasará la noche en casa?
-No. A las doce tiene que estar de vuelta en el centro.- Mira a Aisha, que ha preguntado.- Aún es pronto para que pase tanto tiempo fuera de allí.- Se encoge de hombros mientras camina hacia el aparcamiento.- Supongo que es normal.
-Ya queda menos, nena.- David le da un corto beso.
   En aquel momento suena el móvil del guitarrista. Max contesta al ver que es su madre.
-Hola mamá. Sí, ya voy a casa.- Escucha atento lo que Dianne le dice.- Sí, también está aquí, ¿por qué?- Suelta una carcajada y sus ojos se iluminan.- ¡¿Por qué no me dijiste nada?! ¡Abuelo! ¿Qué hacéis aquí?
   Durante algunos minutos habla con el hombre, hasta que la conversación llega a su fin.
-¿Han venido tus abuelos?- Luke sonríe emocionado.- Hace mucho que no les veo.
-Han venido a vernos actuar, yo no sabía nada.- El chico de ojos grises también sonríe. No ha dejado de hacerlo desde que lo ha sabido.- Tienen ganas de conocerte.- Mira a Rox, que parece encantada de verle tan feliz.
-Lo haré esta tarde. Yo también tengo ganas.- Suena sincera.- Bueno chicos, todos aquí a las cinco y media.
-Eso es, ¡que nadie llegue tarde!- David se despide del grupo.- ¡Hasta luego!



   Apurada, revisa su vestuario frente al espejo: vaqueros rotos, camiseta básica, chaqueta de cuero... Y como no, sus botines.
-¿Llevas toda la ropa?- Pregunta impaciente.
-Que sí, que está todo en mi coche...- Rox se ríe.- ¡Estás muy guapa!
-Tú tampoco vas nada mal...- Nyx se fija en su amiga. Falda, medias con encaje, camiseta a rayas... Y aunque le resulte raro, hoy ha dado uso de unos botines.- Bueno, ¡que llegamos tarde!
   La rubia coge su abrigo y sale de su habitación. Baja las escaleras junto a su amiga y se asoma en la cocina para ver a su padre terminando de colocar los platos y cubiertos.
-¡Nos vamos de concierto!
-Vale cielo...- El hombre mira a las dos chicas.- Tened cuidado. ¡Fuera nervios!
-Gracias, señor Cornish.
-No llegues tarde, por favor.- Su hija le da un beso.
-¿Has avisado a tu madre?
-Sabes que no vendría.- Resentida, sale de casa y camina hacia el coche de Rox.
   Ninguna dice nada hasta que están dentro del vehículo.
-¿Estás bien?- Rox pregunta con cautela.
-Estoy acostumbrada. El divorcio de mis padres me afectó en su momento... Pero después de cómo se ha comportado mi madre, me da igual lo que haga o deje de hacer.- La joven suspira antes de abrocharse el cinturón y continuar hablando.- Siempre le ha dado preferencia a su trabajo. Desde que están divorciados me ha llamado cinco veces contadas y no ha venido ni una sola vez a verme. En fin, ella sabrá lo que hace.- Nyx mira por la ventanilla.- Bueno, dejemos este tema de lado. ¡Hoy no es un día para estar de mal humor!- Su característica sonrisa regresa de nuevo.
   Rox conduce por las calles de Denver con precaución. Aún quedan varias horas para el concierto y aunque ya está todo preparado, quieren que salga bien.
   El móvil de la morena comienza a sonar. Nyx, al ver el nombre de Dinna en la pantalla, contesta por ella.
-¡Hola pelirroja!- Saluda alegre.- Ya vamos de camino, tranquilos.
-Bien. Rosa pregunta por la ropa, el maquillaje...
-Lo llevamos todo, dile que no se preocupe.- Rox eleva la voz.
-Se lo diré. Y otra cosa más. A Alexy se le ha antojado comer chocolatinas o algo que sea dulce. Mi hermano ha ido a la tienda más cercana, pero estaba cerrada... ¿Podéis traerle algo?
-Sí, vale. Se lo llevamos...- La rubia sonríe divertida.- Te dejo, ahora nos vemos.- Cuelga y deja el móvil dentro del bolso de su amiga.- Alexy quiere comida.
-Ah, pues qué bien. ¿Nos toca parar?
-Exacto.
-Será gocho. ¡No ha podido decirlo antes!- La conductora para en uno de los semáforos.- ¿Llevas dinero?
-Sí, tranquila. Se lo compro yo.
   El disco cambia a verde y Rox vuelve a retomar la marcha. Unos minutos después, se detiene junto a la acera y Nyx abandona el coche para entrar en una de las tiendas.
   La compra no le lleva mucho tiempo y al regresar al coche, sonríe satisfecha.
-Ahora sí, ¡vamos de concierto!

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