lunes, 28 de marzo de 2016

Capítulo 36.

   Aparca junto a la entrada de la casa y al salir del coche, se asegura de dejarlo cerrado. Mira la hora en su móvil, llega justo a tiempo. Camina hacia la puerta principal y llama al timbre, con la esperanza de que no tarden mucho en abrir.
-Buenos días...- Max sonríe tras la puerta.- Estás en tu casa.- Deja que la chica entre antes de darle un beso y un abrazo.
-¿Estás de limpieza?- Rox se fija en que los muebles del salón están fuera de lugar.
-Sí... Mi madre me lo pidió.- Se encoge de hombros.
-Y el rock como banda sonora, lógicamente.- Se quita el abrigo mientras que tararea el mítico "Highway to hell".- ¿Dónde puedo dejar las cosas?
-En mi habitación, si quieres.
-Vale.- La joven sube las escaleras a la carrera para bajar cuanto antes.
   El joven entra en el comedor y sigue con su tarea de limpiar todo aquello mientras canta animado todas las canciones que suenan por los altavoces de la radio.
-Pensé que el disco era de AC/DC.- Rox se extraña cuando empieza a sonar The Beatles.
-Es del pendrive.- Divertido, ve cómo la morena de ojos verdes mira las fotos que hay en uno de los muebles.- ¿Alguna interesante?
-Sí.- La chica coge uno de los marcos para enseñárselo.- ¿Cuántos años tenías?- Se empieza a reír al igual que él.
-Creo que dos... ¿No has podido coger otra foto?- Algo avergonzado, sigue con lo suyo.
-Los pañales te sentaban muy bien.
-Dudo que me sienten mejor que los boxers.- Sonríe divertido al ver que ella se sonroja.
-No sabría qué decirte... Tal vez, haya que comprobarlo.
   Max deja lo que está haciendo para acercarse hasta Rox, que intenta no sonreír.
-¿Qué has dicho?
-Que quiero comprobar cómo te sientan los boxers.- Decidida, la joven le rodea el cuello con las manos para después acariciarle el pelo.
-De acuerdo...- Sin añadir nada más, el guitarrista le da un beso que ella acaba profundizando.
   Durante algunos minutos, los besos cobran mayor intensidad y pasan de ser en los labios a ser la barbilla, en el cuello...
   Max toma la iniciativa y coge a la chica en brazos, para cargar con ella hasta su habitación y despojarse de la ropa que comienza a sobrar. Al toparse con la cama y caer de espaldas, Rox gime junto a los labios del chico.
-¿Estás segura de querer seguir?- El de los ojos grises se separa un poco la chica.
-Segura...- Murmura antes de acariciar su abdomen y buscar en la mesa de noche.- ¿Dónde...?
   El chico suelta una ronca carcajada antes de coger el paquete plateado y deshacerse por completo de todas las prendas que quedaban. Sin vergüenza alguna, mira a su novia con detenimiento para después sonreír orgulloso.
-Eres preciosa, cielo.
   Sonriente y algo sonrojada, Rox le ayuda a colocarse el preservativo antes de dar comienzo al pequeño vaivén de embestidas.
-¿Voy... Bien?- Max esconde su cara entre el cuello de la chica para darle algunos besos.
   Ella asiente con un gesto a la vez que los gemidos se hacen más constantes y sus respiraciones se vuelven irregulares.
-Más...- Rox enreda sus piernas alrededor de él.- Deprisa...- Besa al chico con calidez, dándole a entender que lo desea.
   Cumpliendo con aquello, el guitarrista acelera el ritmo de las embestidas, disfrutando de los pequeños gritos y suspiros que salen de la garganta de su novia.
-Ah...- Rox se arquea y tras moverse para buscar su placer, llega hasta donde quería. Max por su parte, continúa con aquello hasta llegar a su límite.
   Una vez finalizada esa relación, ambos se quedan tumbados en la cama. El chico de ojos grises les tapa a ambos con las sábanas y sonríe al ver que ella le mira.
-Te quiero.- Murmura la joven antes de darle un beso en la mejilla.
-Y yo a ti, novata.- La abraza con mimo durante unos minutos.
-Me voy a quedar dormida.- Ambos se ríen por el comentario de Rox.- Se está tan bien así...
-Nadie dice que tengamos que movernos.
-No, pero deberíamos levantarnos.- Interrumpiendo aquel momento, la chica se separa de él.- Te recuerdo que te toca cocinar... Y que el salón sigue sin estar ordenado.
   El de los ojos grises resopla. Quiere seguir allí con ella.
-Eres una aguafiestas, nena.- Se reincorpora.- Voy a darme una ducha...
-¿Te acompaño?- La joven se despereza y sonríe ante la mirada divertida de Max.
-Si tú quieres...



   Con las prisas habituales de siempre, baja las escaleras a la carrera mientras mantiene el móvil pegado a la oreja.
-¿Dónde estás?- Nyx le habla al otro lado.
-Voy a salir ya de casa.- Alexy coge las llaves del coche.- ¡Me voy, adiós!- Sin esperar una respuesta por parte de sus padres, sale de allí.- ¿Dónde estás tú?
-En el centro comercial, llevo diez minutos esperándote...
-¿En qué centro comercial?
-En el de la calle 16. ¡Date prisa! Que la gente me mira raro, se pensarán que me han dado plantón o algo.- La joven suelta una carcajada.
-Vale, en diez minutos estoy allí.- Cuelga y guarda el móvil en su abrigo.
   Entra en el coche y arranca para salir del garaje. En otra ocasión, se habría preocupado de buscar una buena cadena de radio para el trayecto, pero esta vez es mejor que no se distraiga.
   Un par de semáforos después, consigue llegar al centro comercial y aparcar el coche cerca de la entrada.
-¡Por fin!- Nyx se lanza a los brazos de Alexy, que se empieza a reír.- ¿Se tan pegado las sábanas o qué?
-Qué va, Albert se apoderó del baño... Ha estado cerca de media hora dentro.
-¿Tu hermano tardando? No es un novedad. Bueno, yo tengo que comprar unos vaqueros... Y si encuentro algo más que me guste, ¿por qué no darme el capricho?
-Así se habla.- El gemelo de pelo rubio.- Yo tengo que mirar un regalo para mi hermano.
-¡Es verdad! El mes que viene es vuestro cumpleaños... Y a finales de este es el de Luke.- Nyx se detiene en uno de los escaparates.- No gano para hacer regalos.
-Yo tampoco, no te preocupes.- Sonríe divertido.
-Eh.- La rubia le da un codazo antes de señalar a alguien.- ¿Ese es Elliot?
-Creo que sí...- Frunce el ceño al mirarle.
-¿Vas a saludarle?
-Llevo bastante sin verle...
-Pero soléis hablar, ¿no?
-No hablamos tan a menudo como antes.- Se encoge de hombros.- Pero por educación...- El chico se aleja de su amiga para ir hacia donde está Elliot.
   Él al verle, sonríe de lado.
-Hola, ¿qué tal?- Se dan dos besos.
-Bien, ¿y tú? Hacía mucho que no nos veíamos...- Elliot se fija en que Nyx está a unos metros, mirándoles.- Hola.- Saluda con la mano. Ella le devuelve el gesto.
-Sí... Últimamente no he pasado mucho por el local, estoy algo ocupado.- Se disculpa.
-El concierto, ¿verdad?- Al ver que asiente con la cabeza, sonríe.- Iré a verles tocar. Es en dos semanas, ¿no?
-Sí.
-Pues supongo que nos veremos allí. Bueno, tengo que seguir con las compras.
-Claro, adiós.
   Los dos chicos se despiden y Alexy vuelve con su amiga, que espera curiosa para que le cuente la conversación.
-¿Cómo ha ido?
-No sé cómo se habrá sentido él, pero yo estaba incómodo.
-¿Por qué?- La joven se sujeta a su brazo.
-Porque yo a él le gusto y él a mi no. Elliot ya lo sabe.
-Oh... Las cosas no siempre son como uno quiere, cielo. Puede que dentro de un tiempo todo cambie y a lo mejor a ti, te acaba gustando,
-No lo sé...
-Bueno, ¡cambiando de tema!
-Por favor.
-Han hablado por el grupo. Dicen que vayamos al auditorio, que quieren ensayar esta tarde.
-¿Y el Blow?
-Después del ensayo.- La chica sonríe.- Se lo están tomando tan en serio...
-Tiene que salir todo bien. Además, están muy entusiasmados.
-Y que lo digas... ¡Eh! ¿Entramos aquí?



   Salen a la calle con los abrigos puestos después de varias horas de ensayos. Nyx saca el paquete de tabaco y enciende unos de los cigarros.
-Cada vez se les da mejor, ¿eh? Parecen muy seguros con todo esto.- La rubia sonríe emocionada.
-La verdad es que sí, están trabajando muy duro.- Rox también sonríe.
   Durante un rato siguen allí fuera ya que querían dejarle algo de espacio al grupo. Hablan de todo lo ocurrido durante esa tarde, hasta que Nyx se queda callada de un momento a otro. Sus ojos se clavan en una de las personas que hay por la calle.
-¿Qué pasa?- Rox mira a toda la gente que pasea por la zona, intentando localizar a alguien. Aunque no sabe a quién.
-¿Qué hace aquí?-  Su respiración se vuelve agitada. Está enfadada, nerviosa, preocupada... Todo aquello de golpe.
-¿Quién?
   Y antes de que la rubia pueda contestar, esa persona se acerca con paso rápido hasta ellas y con una sonrisa en el rostro. Una sonrisa que Nyx no devuelve.
   Se trata de una chica alta, pelo castaño claro y ojos azules. Es realmente atractiva.
-¡Nyx! ¡Cuánto tiempo!
-Qué haces aquí.
-Tenía que resolver unos asuntos en Denver... Vi algunos carteles del concierto e hice algunas llamadas para poder localizaros... Veo que seguís siendo todos amigos, me alegra saberlo.- La joven que tienen delante habla con sinceridad.- Tengo que hacerte una pregunta... ¿Y Max?
   Rox frunce el ceño y presta más atención a la conversación. Realmente no comprende nada, pero por la reacción que ha tenido su amiga, aquella joven no parece ser muy agradable.
-¿Qué más te da? ¿Ahora estás preocupada?- Nyx tira el cigarro y niega con la cabeza.- Ha cambiado en este tiempo. En realidad, todos lo hemos hecho. Me sorprende que a estas alturas te intereses por él cuando hace dos años le ignoraste en el momento que más te necesitaba. Ah, espera. Le ignoraste porque estabas con otro a la vez.
   Con todo lo dicho, Rox comprende que aquella chica es Jane. Su pulso se acelera y empieza a estar nerviosa. ¿Cómo reaccionará Max si llega a verla?
-¡No fue mi intención!
-¿No fue tu intención estar con Andrew? ¡No me hagas reír!- Ironiza la joven.- Por tu culpa, muchas cosas cambiaron. No... No sabes el daño que le hiciste.- La voz de Nyx comienza a temblar.- Me alejé de ellos creyendo que así Max podría superar lo tuyo mucho antes. ¡Nos jodiste a todos!
-Yo... No lo sabía. Lo siento.
-¿Lo sientes?
   La puerta del auditorio se abre. El grupo de amigos sale de allí encontrándose con la escena.
-Deberías irte...- Rox, al ver a su amiga con lágrimas en los ojos, mira a Jane seriamente.
-¿Y tú eres...?
-Es la novia de Max.- Dinna se acerca hasta las dos chicas para abrazarlas por los hombros.- Vete por donde hayas venido.
-No hasta que pueda hablar con él.- Los ojos del guitarrista expresan confusión al escuchar aquellas palabras.- Me gustaría hablar contigo... Por favor.
   El joven no dice nada y todos le miran esperando una respuesta. Aprieta las manos hasta que sus nudillos se vuelven blancos y sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas que no quiere dejar salir.
-Max...- Luke le da un apretón en el hombro.- Nos podemos ir.
-Tengo que hablar contigo. Te lo pido por favor.- Jane le mira triste.- Necesito que me escuches.
-No tiene por qué hacerlo.- Albert niega con la cabeza.
-Lo dejaste todo claro, Jane.- David se cruza de brazos.- Vete.
-Max... Tengo que hablar contigo.- Ella ignora todo lo que le dicen e insiste.- Escúchame, por favor.
-Te están diciendo que te vayas, ¿eres sorda o qué?- Alexy eleva la voz y da un paso hacia Jane.- Aquí no se te ha perdido nada, ¡largo!
-Alex...- Rosalya y Aisha le detienen.
-Alexy tiene razón. ¿Crees que puedes aparecer como si nada e intentar solucionar las cosas? Esto no funciona así.- Luke observa a su mejor amigo, que aún tiene los ojos vidriosos.- Vámonos, por favor.- Sabe mejor que nadie lo que el chico de ojos grises piensa en aquel momento y no quiere repetir la escena de hace dos años.
-Max...
-¡Deja de suplicarle!- Rox pierde la paciencia y mira con rabia a la chica que aún tiene delante.- ¿Acaso no te das cuenta de cómo está? ¿No has visto cómo ha reaccionado al verte?- Su voz se quiebra con esa pregunta.- Una simple disculpa no te va a servir para arreglarlo todo, ¿sabes? Porque seguramente habrás venido a eso, a disculparte con él.- Enfadada, se cruza de brazos.- Te están pidiendo que te vayas, simplemente hazlo y deja de suplicarle que te escuche.
-Rox...- Nyx coge la mano de su amiga.
   La morena de ojos verdes no se da cuenta de que estaba llorando, hasta que Rosalya ha intentado secarle las lágrimas que corren por sus mejillas.
   Jane se queda en silencio, al igual que el resto.
-Puedes irte por donde has venido. No tengo nada de lo que hablar contigo.- La voz de Max suena fría y distante.- Vete.
   La chica asiente con la cabeza y suspira.
-Si cambias de opinión, llámame. De verdad que me gustaría hablar contigo.- Sin decir nada más, se marcha de allí.
   Nadie dice nada durante un rato hasta que el guitarrista mira a su grupo de amigos para después dirigirse hacia el aparcamiento con paso ligero.
-¡Max!- David le llama, pero él le ignora.
-¡Joder, Max!- Luke y Aisha corren para alcanzarle.- ¿Adónde vas?
-Necesito estar solo, por favor...
-.¿Qué piensas hacer?- Aisha le mira preocupada.
-Nada...- Habla con sinceridad.- Pero dejadme solo, por favor.- Sube en su moto para marcharse de allí con rapidez.
-¡Max!- Rox eleva la voz angustiada al ver que, por momentos, aumenta la velocidad.

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