sábado, 14 de noviembre de 2015

Capítulo 24.

   Tras haber pasado la tarde comprando y decidiendo cosas sobre la fiesta sorpresa, llegan a casa del joven con ganas de pasar algo de tiempo juntos.
-¡Ya he llegado! ¡Vengo con Dinna!
-Hola chicos, ¿cómo han ido esas compras?- La madre de David desciende las escaleras mientras se pone un par de pendientes y se alisa el vestido que lleva puesto.
-¿Vais a salir?
-Sí, tu padre tiene la cena de empresa de Navidad. Supongo que se alargará como pasa todos los años y llegaremos tarde. Podéis cocinar o pedir algo, te hemos dejado dinero en el salón.- La mujer sonríe.- Bueno Dinna, ¿cómo van las cosas?- Pregunta con cautela.
-Bastante mejor, Dylan pasó el fin de año en casa.- La pelirroja sonríe levemente.- Creemos que poco a poco, asienta la cabeza.
-Seguro que sí, cielo. Sabes que puedes contarnos lo que sea.
-Gracias.- La chica mira a su novio.- Voy a dejar mis cosas en tu habitación.
-De acuerdo, te espero en el salón.- David asiente y camina hasta el interior de la casa.
-¡Cariño! ¡Vamos a llegar tarde!- La madre del chico eleva la voz.
-Ya estoy, tranquila.- El marido baja las escaleras.- Podemos irnos.
-¿No tenías otra corbata más vieja que ponerte?- Le regaña su mujer.- ¡Con la cantidad de corbatas bonitas que tienes, por favor!
-Tengamos la fiesta en paz...
-Papá. Mamá tiene razón... ¿Por qué no te pones otra corbata?
-Y dale, pero si esta está bien.- El hombre mira la corbata de color granate que ha escogido. Es cierto que tiene un par de años, pero es de sus favoritas.- Dinna, ¿a que me queda bien?- Mira a la chica que baja las escaleras.
-No te ofendas Bob, pero te he visto varias veces con ella.
   El cabeza de familia resopla y sube las escaleras a toda prisa para volver a bajarlas minutos después y con una corbata nueva en color azul marino.
-Mucho mejor, bueno chicos. Nos vamos.- La madre sonríe.- Buenas noches.
-Buenas noches.- La pareja les despide y ve cómo abandonan la casa.
-¿Qué te apetece hacer?- El joven mira a su novia con una sonrisa.
-No sé...- Con voz melosa, Dinna le da un beso en el cuello, seguido de algunos más.- Tal vez... Podríamos...
   El chico suspira y se deja hacer. La joven se acomoda sobre las piernas de David y sigue con aquellos besos que a él tanto le gustan. Sin poder soportar con aquello por mucho más tiempo, el joven le da un acalorado beso en los labios, haciendo que de la garganta de su chica salga un gemido.
-Creo... Que estaríamos más cómodos en mi habitación...- Susurra el joven mientras acaricia la espalda de Dinna y ésta se arquea en busca de más.
-¿Y qué importa el sitio?- Sonríe divertida para después darle otro beso.
   Aquel juego de caricias y besos excitantes continúa durante unos minutos más hasta que la joven se deshace de su camiseta y David, sin tiempo que perder, hace lo mismo.
-Eres preciosa...- Sonríe el chico antes de darle otro beso.
   Dinna le acaricia el abdomen y pasea sus manos por él durante unos segundos. Finalmente, estas descienden hasta el botón de los vaqueros del joven. Los desabrocha y con un rápido movimiento por parte de David, se libra de ellos. La chica, hace lo mismo y junto al resto de la ropa, sus pantalones acaban en algún lugar del salón.
-Ah...- Un gemido escapa de los labios de Dinna cuando su novio acaricia la cara interna de sus muslos. Poco a poco, asciende hasta situarse en su centro, haciendo que vuelva a gemir.- Por favor...
-¿Qué pasa, nena?- Sonríe burlón y continúa con aquello.- Habla.
-David...- Murmura con los ojos cerrados.- Por favor.
-¿Por favor...?
   Dinna se muerde el labio y apoya la cabeza en el hombro del chico.
-Por favor, ¿qué?
-Entra ya.- Le pide con un suspiro.
   Él deja lo que estaba haciendo para deshacerse de las dos prendas que impedían profundizar todo aquello. Con ayuda de la joven, se coloca un preservativo y antes de hacer nada, le da un cálido beso.
-Tú me dirás...
-David...
-Dime.
-Como siempre.
   El chico sonríe y sabiendo qué es lo que le gusta a su novia, se introduce en su interior poco a poco. Ambos disfrutan de aquello y entre morbosas palabras, David acelera el ritmo de sus embestidas. Una, dos, tres... Por cada una de ellas, Dinna gime y algún que otro grito de placer inunda los oídos del joven.
-Sigue...- Dinna se mueve en busca de su placer.- Rápido.
   Él muerde el labio de la chica antes de tumbarla sobre el sofá y subir el ritmo de sus penetraciones.
-Sí...- La pelirroja se arquea y poco tiempo después, llega su ansiado orgasmo.- Ah...
-Joder...- David se mueve un par de veces hasta llegar a su límite.
   Cansados por aquello, se quedan tumbados en aquella posición durante algunos minutos.
-Eres increíble...- Murmura él antes de darle un cariñoso beso en la frente.- Te quiero.
-Y yo a ti.- Dinna le abraza y le da pequeños besos por toda la cara.



   Las vacaciones de Navidad han llegado a su fin y con ello, vuelven a empezar las clases. Para ser el primer día de vuelta, todo el mundo parece estar muy animado y eso alegra la estancia en el instituto.
   Baja del coche tras despedirse de su padre y se dirige hacia el interior del edificio. Los pasillos están llenos de alumnos dando voces, corriendo de un lado a otro... Un día como otro cualquiera. Llega hasta su taquilla y guarda los libros que no va a usar en la primera hora. El timbre suena, dando aviso de que comienza la primera clase. Camina algo distraída hacia su aula, sube las escaleras y entra en el pasillo que hay a la izquierda, chocando con alguien.
-Lo siento.- Se disculpa.
-No pasa nada, novata.- Alza la vista encontrándose con aquellos ojos grises que tanto le gustan. No se han visto durante las vacaciones.- Llegas pronto.- Se fija en que el joven se ha dejado una barba de tres días, que no le sienta nada mal.
-Lo mismo te digo. ¿Qué haces aquí? Normalmente eres el último en entrar, eh.
-No siempre tengo que llegar tarde a los sitios.
-Seguro...- Ironiza divertida.- Bueno, vamos.
   Max asiente con la cabeza y entran en clase. El grupo de amigos se reúne al final del aula y ellos caminan hacia esa zona. Todos se saludan con abrazos y algún que otro beso.
-Vosotras dos, deberíais iros. Esta no es vuestra clase.- Max mira a Aisha y Nyx, que se han sentado sobre unas mesas.
-Pero serás borde, Williams.- Nyx le da un codazo.- Vale, eh. Ya nos vamos.
-¡Era broma!- Se ríe.
-Lo sea o no, tenemos que irnos. Nos toca Química.- Aisha se pone en pie y les mira a todos.- Luego os vemos.- Le da un corto beso a Albert en la mejilla y junto con su amiga, sale de allí.
-¿A qué ha venido eso? ¿Qué me he perdido?- Rox pregunta sonriendo.- Albert...
-A nada.- Responde divertido.
-¿Y te crees que soy tonta? ¡Cuenta!
-Digamos que mi hermano es su paño de lágrimas tras la ruptura con Nathan.- Alexy se encoge de hombros.- Pero creo que las cosas van a mejor.
-¡Me alegro mucho!- La joven sonríe.- Me he perdido bastantes cosas mientras estaba fuera, ¿verdad?
-¡Te has ido durante tres semanas a California!- Rosalya se cruza de brazos.- ¡Me he aburrido sin ti!
-La próxima vez te llevo conmigo. ¿Trato hecho?
-Hecho.- Las dos chicas se dan un abrazo.- ¿Has visto el nuevo tatuaje de Max?
-¿Tatuaje? ¿Llevas un tatuaje?
-Es el segundo que se hace.- David le da una palmada en la espalda al chico, que sonríe levemente.
-¿Y qué son?- Pregunta curiosa.
-Una frase y un número.- Responde tranquilo.
-¿Que eso significa...?
-No lo sé ni yo, que soy como su hermano...- Luke se encoge de hombros.- ¿De verdad que no lo sabías? Si el número se ve perfectamente.
   Max se gira y con la ayuda del castaño, baja un poco la sudadera dejando ver unos números romanos en su nuca: "IX". Ella nunca se había fijado, pero no es difícil verlos.
-Y la frase está en la clavícula. No es necesario enseñarla.- El guitarrista se coloca bien la sudadera.
   Rox le mira curiosa por unos segundos. Es cierto que el chico es bastante reservado con algunas cosas, pero esperaba que al menos Luke, supiera el significado de aquellos tatuajes.
   La profesora de Literatura hace su aparición y cada uno ocupa las mesas por parejas, como han hecho durante todo el curso. Max y Rox, se sientan en la última fila y escuchan las explicaciones de la primera hora sin mucho interés.
-Es por algo familiar.- Susurra el chico.
   La morena de ojos verdes le presta atención olvidándose por completo de la profesora y de los autores del siglo pasado.
-El número es por la boda de mis padres. Se casaron el nueve de septiembre.- Max apunta lo que la profesora ha escrito en la pizarra, para después mirar a la joven que tiene a su lado.- Y la frase... Es por algo que mi padre solía decirme siempre. La sacó de mi película favorita de cuando era pequeño... Puede parecer una tontería...
-Pero es especial para ti.- Termina Rox por él.- Max, es precioso.- Se emociona al ver que el sonríe con tristeza.
-Gracias...- Murmura el chico de ojos grises.- Eres la única del grupo a la que se lo he dicho y se gustaría que sólo lo supieses tú.
-¿Por qué yo?
   Él se queda callado durante unos segundos, pensando en aquella respuesta. Una tímida sonrisa se asoma en su boca, haciendo que la joven sienta aún más curiosidad por saberlo. Finalmente, decide responder.
-Supongo que me inspiras confianza.
-También la tienes con los demás...
-Pero tú eres diferente.
-¿Diferente? ¿Por qué?- Sonríe, creyendo saber la respuesta.
-Porque me gustas.- El guitarrista le mira divertido.- Y ahora si no te importa, pretendo atender, Olivier.
-Sabes que esta conversación no se va a quedar así, ¿verdad?
   Él asiente con la cabeza, haciendo que Rox suelte una pequeña carcajada.



  Salen al patio intentando resguardarse en sus abrigos, cosa que es imposible en aquellos momentos.
-Me parece que ha sido mala idea salir a fumar.- Albert mira a sus tres acompañantes mientras guarda sus manos en los bolsillos.- Joder, qué frío.
-Digo lo mismo, yo me vuelvo a la cafetería.- Nyx tirita y mira a los chicos.- ¿Venís o qué?
-Yo voy contigo.- Albert asiente con la cabeza.
-Yo me quedo.- Max saca un cigarro del paquete y lo enciende.
-Yo también.- Alexy imita al chico de ojos grises.- Luego vamos.
-Como queráis.- Los otros dos entran en el edificio mientras que ellos se quedan allí fumando.
-Cuenta.- Alexy mira a su amigo.- ¿Qué haces fumando?
-Me apetecía.- Se encoge de hombros.- Por una vez, no me pasa nada.
-Me alegra saberlo.- El rubio expulsa el humo antes de dar otra calada.- Anoche quedé con Elliot.
-¿Y qué? ¿Novedades?
-Nos liamos.- Sonríe divertido.
-¿De verdad?
-Sí. A ver, fuimos al local que solemos frecuentar, estuvimos tomando algo y bueno, al final de la noche pasó lo que tenía que pasar.
-A ti... ¿Te gusta?- Max le mira curioso.
-Creía que sí.
-¿Creías?
-Sí, eso creía. Pero al besarme con él me di cuenta de que me equivocaba.
-¿Besa mal?- Se ríe el guitarrista.
-No, no besa mal. Pero yo me pensaba que me gustaba y lo que realmente siento es atracción física.
-Tío, pues de gustar a la atracción... Va un trecho. ¿Cómo no te diste cuenta antes?
-No sé.- Alexy ve a su amigo expulsar el humo.- No tendría algo serio con él, pero a lo mejor para disfrutar un poco de la vida...- Se empieza a reír.
-Joder, yo esa faceta tuya no la conocía.- Max suelta una carcajada.- Deja de juntarte conmigo, mira en lo que estoy convirtiendo.
-Tú llevas mucho sin ir de flor en flor. ¡Si hasta has dejado de ponerle ojos a las de penúltimo curso! Y sabes por qué es todo esto...- El gemelo de pelo rubio sonríe levemente.- ¿Qué hay entre vosotros?
-No lo sé.- Su amigo suspira.- Nos besamos el día que tuvimos la cita con Rosa y Luke, pero quedamos en que ella necesitaba tiempo. Pero luego... Hemos pasado todas las vacaciones hablando y diciéndonos que nos queríamos ver. ¿Te soy sincero? Quiero tener algo con Rox, pero no quiero atarme a ella de la misma forma que lo hice con Jane. No quiero meter la pata.
-Sabes que son muy diferentes. Rox no es como Jane.- Alexy da una última calada al cigarro para después tirarlo.- Entiendo que tengas miedo, pero no puedes ir con ese pensamiento. Podrías hablar las cosas con Rox. No te digo que tengáis una relación seria desde el principio, pero tal vez, podríais compartir algo más aparte de ser amigos.- Hace un gesto al decir esta última palabra.
-Alexy, ¿qué es eso de "amigos"?- Max imita el mismo gesto.
-Os habéis besado, ¡entre vosotros saltan chispas! ¡No sois sólo amigos! Si lo vieses desde nuestro punto de vista, lo entenderías mejor. ¿Por qué no lo intentas? Habla con ella.
   El de los ojos grises tira su cigarro y suelta el humo. Mira por unos segundos a su amigo y después mira hacia otro lado. Piensa en lo que le acaba de decir y al final se encoge de hombros.
-No pierdo nada por intentarlo, ¿verdad?
-Verdad.
-Bueno, vamos dentro, no siento las manos.- Max abre la puerta y el aire caliente del interior les alivia a ambos.- Última vez que salimos a fumar en invierno, tío.



   Hace apenas dos horas que salieron de clases y sólo habían tenido tiempo de comer cuando han recibido varios mensajes del guitarrista y del cantante por el grupo. Con urgencia, les pedían que fuesen al local lo antes posible y allí están, en la puerta esperando a que llegue alguien que tenga la llave para poder entrar.
-Y se supone que tenían prisa por enseñarnos algo.- David se apoya en la puerta y resopla.- Joder. Deberíamos hacer copias de llaves para todos.
-Voto por ello.- Alexy asiente con la cabeza.- ¡Ya era hora!- El joven ve que esos dos llegan con paso ligero hasta allí.
-Sentimos llegar tarde, pero teníamos que solucionar unas cosas.- Luke abre la puerta y los diez entran allí.- Bueno, tomad asiento que tenemos algo importante que contaros.
-Espero que valga la pena, porque yo pretendía dormir.- Albert se acomoda en el sofá junto a Aisha, David y su hermano.
-Lo primero de todo...- Max saca unas hojas de su mochila y las reparte entre los componentes del grupo de música.- Tenemos dos canciones nuevas.
-¿Dos? ¡Vaya!- Aisha lee la letra y sonríe encantada.- ¡Son bastante buenas!
-¿Os convencen?- Pregunta Luke curioso.
-¡Desde luego!- Dinna asiente con la cabeza.- Si hasta habéis compuesto la música. Podríamos haberos ayudado, chicos...
-No os preocupéis por eso. Preocupaos por los ensayos y punto.- Max sonríe.- Podríamos empezar a ensayarlas luego.
-De acuerdo.- David levanta la vista de los folios.- ¿Qué más tenéis que decirnos? Porque... Hay más cosas, ¿no?
-Sí...- El cantante se pone de pie y camina hacia la entrada del local.- Voy al coche, no tardo.
   Todos le miran curiosos, a excepción del guitarrista, que ya sabe lo que va a hacer. Unos minutos después, Luke regresa con un estuche de guitarra entre las manos.
-Damas y caballeros... Os presentamos a la segunda guitarra que formará parte de Sweet Nightmare.- El chico de ojos grises sonríe cuando su amigo saca el instrumento.- Es preciosa, ¿a que sí?
-¿De dónde la has sacado?- Dinna se emociona al verla y no duda en cogerla para tocar algunos acordes.- Vamos a necesitar otro amplificador, ¡es una pasada!
-¿Una Jaguar?- Pregunta Rox sonriendo.
-¿Entiendes de guitarras eléctricas?- Nyx mira a su amiga sorprendida.- Yo entiendo que es una guitarra, punto.
-Sé algunas cosas, pero no soy experta en guitarras eléctricas.- Se sonroja.
-¿Sabrías decirme cuál es la mía?- Max sonríe divertido.
-Stratocaster.
-Muy bien, novata.Solo por eso, ya has ganado puntos. Bueno, ¿qué os parece? Una segunda guitarra, no estaría nada mal.
-¿Quién sería el guitarrista?- Pregunta Alexy curioso.
-Tío, la pegunta ofende.- Luke se empieza a reír.
-¿Vas a tocar la guitarra tú también?- Rosalya se acerca a su novio para darle un corto beso.- Suena interesante...- Sonríe divertida.
-Y tenemos una última cosa que deciros...- El castaño les mira a todos y finalmente, acaba centrando su atención en Albert y Rox.- Tenemos una propuesta para vosotros.
-¿Propuesta?- El gemelo de pelo oscuro se reincorpora y mira a sus dos amigos.- Vosotros diréis.
-¿Qué os parecería hacer una colaboración con nosotros?
-¡Alto ahí! ¿Colaboración? ¿Salir a cantar?- Rox les mira seria al ver que asienten con la cabeza.- Ni en broma. ¡Qué vergüenza! Además, que tampoco canto bien.
-¿Hacemos la prueba? Porque tienes una voz estupenda, novata.
-¡Que no!
-Por mi vale.- Albert sonríe.- Va a ser divertido. ¡Yo me apunto!
-Bien, Rox... ¿Tú qué dices?- Luke mira a la joven sonriendo.- Venga, no va a ser tan malo.
-Chicos de verdad...
   Los componentes del grupo miran a la joven con sus mejores caras de niños buenos. Todos esperan a que acepte.
-Que no canto bien...
-Rox, por favor...- Aisha mira a su amiga con una sonrisa.- Será genial.
-Venga Olivier, que cantaría yo contigo. Además, te dejo elegir canción.
   Ante la propuesta de Max, no puede negarse. Suspira y al final, accede.
-De acuerdo... Pero elijo yo.
-Muy bien, tú me dirás.
-"My songs know what you did in the dark".- Responde divertida.
-¿Alguna vez te he dicho que me encantas?- Se ríe.- Bien, tenemos mucho que hacer. ¿Empezamos a ensayar?
-¡Vamos!- David coge las baquetas y con rapidez se sienta frente a su batería.- No nos quedemos parados.

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