lunes, 6 de abril de 2015

Capítulo 4.

   El timbre da por finalizada la última hora del día. Empiezan a recoger las cosas y abandonan la clase mientras hablan sobre lo que harán esta tarde.
-¿Quedamos en mi casa a las cinco y media?
-Perfecto.- Rosalya sonríe.- Pero no te quedes dormido, que ya nos conocemos.
-Vosotros llamad al timbre y punto.- Luke se empieza a reír.- Rox, ¿vas a venir?
-Sí, al final voy.
-Vale, paso a recogerte a las cinco y cuarto. ¡No me hagas esperar mucho!- Rosalya es la primera en salir del centro y caminar hacia el aparcamiento.
-No, tranquila.
-¿Y tú vas a venir o qué?- Albert mira a Max.- ¿O te vas a quedar en tu casa tocándote las narices...? Que es el último año, no puedes dejarlo todo para el final.
-No sé. Luego os aviso.- El chico saca unas llaves de sus vaqueros y se acerca hasta una de las numerosas motos que hay allí.
-Vale, pero no nos hagas el lío como siempre.- Luke le da un codazo y él se empieza a reír.
-Os veo luego, adiós.- Rox se despide con la mano y empieza a caminar, alejándose del grupo.
   El rugido de una moto se acerca hasta ella y se gira para ver de quién se trata. Max sonríe levemente y le hace un gesto para que suba.
-No, gracias.
-¿Te dan miedo las motos?
-Qué va. Pero puedo ir sola caminando, tranquilo.
-Insisto, vamos.- El de los ojos grises sigue sonriendo.- Llegarás antes a casa.
-De verdad que...
-¡Vamos Rox! ¡Que no todos los días un tío bueno se ofrece a llevarte!- Alexy se ríe de su propio comentario y ella le enseña el dedo corazón, cosa que le hace reír aún más.- ¡Sabes que es la verdad!
-Bueno, ¡que no todos los días está tan amable!- Albert les mira divertido.
   Ella resopla pero finalmente accede a subir en la moto. Max le pasa el casco y ella se lo pone sin rechistar. Le sujeta por la cintura y le indica la dirección de su casa. Él empieza a conducir sin decir nada.
   Y tenía razón porque en apenas cinco minutos, están frente a la casa.
-Gracias.- Le devuelve el casco y se baja.
-De nada. Te dije que no tardarías tanto en llegar.
-Ya...- Se encoge de hombros.- Pero prefiero caminar.
-Para gustos los colores.- Sonríe.- Entonces... ¿Vas luego a casa de Luke?
   La joven asiente con la cabeza.
-Supongo que nos veremos.
-Deberías ir... Pero es tu elección.
-Ya, bueno.- Max hace un gesto con la cabeza a modo de despedida y se marcha de allí.
   Ella saca las llaves de su casa y entra. Saluda a su madre y camina hacia su habitación para dejar las cosas y después empezar a comer.



   Llama con los nudillos y después abre la puerta de la habitación. Niega con la cabeza y respira hondo. ¿Por qué de todos los hermanos que había en el mundo le tuvo que tocar este?
-¡Empieza a cambiarte de ropa! ¡Vamos allegar tarde!- Alexy le lanza los vaqueros y por poco las deportivas a la cabeza.
-¡Espera, espera! Que tengo que guardar la partida.- Albert sigue pulsando los botones de aquel mando mientras mira la pantalla.- ¡Mierda! ¡Joder! ¡Nooooooo, que me gana!
-¡Que guardes ya!- El joven resopla.- Nos van a tener que esperar y todo por tu culpa.
-Tranquilo...- El gemelo de pelo oscuro guarda la partida y apaga la televisión.- No sabes lo que me ha costado llegar a ese nivel.
-Me da igual. ¡Tienes un serio problema con los videojuegos! Todo el día pegado a la pantalla.
-Chicos, ya vale...- Su madre entra en la habitación de su hijo y cruza los brazos.- Albert, date prisa.
-Que ya voy. Pero si os salís de mi habitación me cambio y esas cosas.
-Como si no te hubiese visto cambiarte... ¡Muchas veces además!- La mujer se empieza a reír al igual que su hermano.
-Bueno, fuera.- Les echa de allí y cierra la puerta.
   En menos de dos minutos, ya se ha preparado y ha cogido todas las cosas que tenía que llevarse. Sale de su habitación y llega hasta la entrada donde Alexy le está esperando. Se despiden de sus padres y abandonan la casa.
-¿Has cogido las llaves del coche?- Pregunta curioso.
-No, qué va.
-Alexy, deja las ironías.
-Anda, sube. Antes de que me arrepienta y te deje aquí tirado.
-Soy tu hermano mayor, ¡no puedes hacerme eso!
-Bueno, mayor por unos minutos...
-El mayor, punto.
   Suben al coche y Alexy empieza a conducir por las calles de Denver. La música inunda el vehículo y ambos empiezan a cantar las canciones que salen por la radio. El corto trayecto se hace más ameno.
   Llegan a la casa de Luke y el coche se detiene. La música para, pero ellos no dejan de cantar, aunque esta vez a pleno pulmón. El vehículo de Rosalya ya está allí, al igual que la moto de Max. Han llegado los últimos, como Alexy ya se lo imaginaba.
   Luke les abre la puerta sin que llamen y ellos entran cantando.
-Luego no me extraña que mis vecinos me miren mal.- El castaño suelta una carcajada.- Con amigos como vosotros, todo el mundo piensa que estoy loco yo también.
-¿Perdona?- Albert le da una colleja.- ¡Tienes los mejores amigos del mundo, chaval!
-¡Fuera de mi casa!- Luke le devuelve el golpe y señala la puerta.
-¡Pelea, pelea, pelea!- Max llega de la cocina con un vaso lleno de Coca-Cola.
-¡Pero no les animes!- Alexy se cruza de brazos.- Yo me voy con las chicas....- Desaparece por la puerta del salón dejando a esos tres solos.
-Tío, que ha venido a mi casa a pegarme.- El anfitrión se empieza a reír.
-Si queréis os podéis pegar, pero lo hacéis fuera. Que luego nos toca recoger el estropicio.- Max les anima y abre la puerta principal. Algunas personas que pasan por la calle, miran curiosos la escena.
-Venga, vamos.- Albert se sube las mangas de la sudadera y sonríe.
-Ya vale...- Rosalya llega hasta ellos.- Entrad de una vez y empecemos a estudiar. Si nos ponemos ya, acabaremos pronto.
   Los tres chicos asienten con la cabeza y Max cierra la puerta. Entran en el salón y se acomodan entre los sofás y el suelo.



   El fin de semana ha llegado más pronto de lo esperado y con ello, ha llegado el momento de tomarse un pequeño descanso. Guarda la ropa en aquella mochila junto con la bolsa de aseo y algunas tonterías más.
-¿Quieres llevarte el coche?- Su padre entra en la habitación y pregunta curioso.
-No, tranquilo. Dinna pasa a buscarme.- Sonríe levemente.- Bueno, ya lo tengo todo.
-¿Segura? Que siempre te olvidas de algo.
-Papá, que lo llevo todo.- Repite, aunque esta vez lo dice riendo.
   El claxon de un coche suena y la joven coge su mochila. Le da un beso en la mejilla a su padre y baja las escaleras para llegar a la planta baja de la casa.
-¡Rox! ¿Vendrás mañana a comer?- Su madre aparece por la puerta de la cocina.
-No lo sé, os llamo.
-Vale cielo. Que pases buena noche.
   Le da un abrazo y sale a la calle. Dinna está apoyada en un Nissan Micra del 2005.
-Bonito coche.- Se dan un abrazo y la pelirroja suelta una carcajada.
-Es de segunda mano. Ya tiene unos años...
-Me gusta igualmente.
-¡Adiós hija!- Su padre, que estaba en la puerta, mueve el brazo a modo de despedida.
-¡Hola señor Olivier!- Dinna sonríe alegre.
-¡Adiós!- Rox entra en el coche y se abrocha el cinturón, al igual que hace la dueña del vehículo.
-¿Preparada para una noche de viernes?
-Si te digo la verdad, no lo entiendo muy bien... ¿Noche de chicas o algo así?
-Más o menos. En realidad, todos los meses quedamos un viernes en casa de Rosalya y hacemos lo típico: ver películas, comer hasta cansarnos, hablar de tonterías...
-Noche de chicas.- Aclara la joven.
-A medias. Ya lo entenderás...
   Dinna conduce por las calles de aquella cuidad, mientras que tararea la melodía de una conocida canción de pop.
-Hey, I just meet you, and this is crazy...
-But here's my number...
-So call me maybe!- Continúan las dos.
   Siguen cantando hasta que finaliza aquella pegadiza letra.
-Pensé que sólo te gustaba el rock...
-¡Qué va!- Dinna suelta una carcajada.- Me gusta mucho, sí. Pero desde pequeña he escuchado las canciones que salían en la radio... Por lo tanto, sigo teniendo mi lado pop. Aunque David quiera acabar con ello.
   La conductora aparca frente a la casa de Rosalya y amabas bajan de allí tras haber cogido las cosas. Caminan unos cuantos pasos y llaman al timbre.
-¡Hola!- La chica saluda con energía.
-¡Guapaaaaas!- Alexy aparece tras la anfitriona de la casa.
-¿Alexy?- Rox le mira curiosa y lo piensa por unos segundos... Ahora entiende lo que quería decir Dinna.- No sabía que estarías aquí.
-Pues ahora ya lo sabes...- El chico sonríe levemente y se encoge de hombros.- Formo más parte en el grupo de las chicas...
   La joven le devuelve la sonrisa y le saluda con un pequeño abrazo. Está claro que aún tiene que descubrir muchas cosas de ellos.

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