-Bueno cielo, gracias por dejarnos tu casa para la fiesta.- Dinna le da un par de besos y un abrazo.- Vuelves a tener fiebre...
-Ya lo sé.- Se encoge de hombros.- Cenaré y me tomaré algo.
-Y te vas a la cama.
-Sí...- Sale a la entrada para despedirse de sus amigos.- Que paséis buena noche.
-Igualmente.- Alexy le da un abrazo antes de salir por la puerta.
-Gracias por la sorpresa, y por el libro.- Max es el último en salir. Lleva una bolsa con los regalos en una de las manos.
-No las des.- Le da un beso en la mejilla.- Hasta mañana.
-Hasta mañana chicos.- El de los ojos grises eleva la voz y se despide de sus amigos.- Yo me quedo con la enferma.
-¿Qué?- La joven le mira curiosa.
-Alguien debe cuidar de ti. Y ese alguien voy a ser yo.
-Que no has traído coche... ¿Cómo te vas a ir luego?
-Caminando.- Responde obvio.
-De eso nada, ¡no te vas a ir de noche tú solo por la calle!
-Qué bonita, que se preocupa por él...- Albert sonríe divertido.
-Max, de verdad que puedo quedarme yo sola.
-Pero...
-Te aseguro que sola estaré bien...- Le da un abrazo y se separa para mirarle.- Vete con Luke, no te preocupes.
-¿Segura?
-Segura.
-Bueno... Como quieras. Háblame luego, si quieres.
-Si no me quedo dormida...
Finalmente, se despide de todos y cierra la puerta para volver al interior de su casa. Camina hacia la cocina y mira en la nevera. No tiene ganas de complicarse y opta por hacerse un sándwich con lo que encuentra por allí.
Una vez ha terminado con él, se toma el medicamento que hay en el salón y de allí, sube a su habitación para ponerse el pijama y acomodarse en la cama. No suele enfermar muy a menudo, pero cuando esto ocurre, lo pasa bastante mal.
Su móvil se ilumina. En la pantalla aparece el nombre de Max. Sonríe de lado y contesta.
-Hola, Williams.
-Acabo de colocar todos los regalos. Me ha costado decidir en qué sitio poner la guitarra y el amplificador.
-¿Al final en qué lugar?
-En el escritorio. ¿Has cenado ya?
-Sí, y ya estoy en la cama.
-Bien. Pues no te molesto entonces. Creo que yo no tardaré mucho en acostarme.
-¿Estás cansando?
-No mucho. Pero me apetece meterme en la cama y empezar a leer el maravilloso libro que me has regalado. Por no mencionar que tengo un sobre con un folio que debo leer.
-Haces bien.- Se ríe.
-¿Qué has escrito?
-¿Recuerdas que últimamente tenías problemas para componer?
-Apenas tengo ideas para mis canciones... No me digas que... ¿Has compuesto una canción?
-¡No!- Responde divertida.- No he compuesto nada, además, seguro que metería la pata. Bueno, el caso es que te he dado algunas ideas... Espero que te sirvan de ayuda.
-Ahora las leeré. Muchas gracias, novata. Te dejo dormir, que pases una buena noche, Olivier.
-Buenas noches, Max.- Cuelga y deja el móvil sobre el escritorio. Ya es hora de finalizar el día.
Después de tres horas de clases, llega el momento del descanso. Hoy han decidido que a pesar del frío, irán al patio a pasar la hora libre allí.
-¿Y esa cara tan larga?- Saluda Nyx al batería del grupo.
-No he recuperado Historia.- Deja su mochila en el suelo y saca el paquete de cigarros de su abrigo.- Vaya mierda de examen. Un tres. ¡Un maldito tres!
-¿Un tres? Pero si pasaste la vacaciones estudiando...
-Eso díselo al de Historia. A este paso, repito el último curso.
-No pienses así, David.- Dinna apoya la cabeza en el hombro del chico.- Aún quedan cinco meses de curso.
-Eso es, tenemos cinco meses para aprobar.- Max intenta animarle.
-¿Tú tampoco has aprobado la recuperación?- Nyx mira al chico curiosa.
-Tampoco. Un cuatro.- Se encoge de hombros.- Pero no me lo voy a tomar mal.- El chico coge un cigarro de su paquete y lo enciende. Da la primera calada y expulsa el humo.- Hoy es martes, ¿verdad?
-Verdad. Llevas un día teniendo dieciocho.- Rosalya le da una palmada en la espalda.
-Me toca ir al taller esta tarde.
-Saluda a Troy de mi parte.- David suelta el humo y mira hacia la puerta del instituto.
El resto del grupo sale y camina hacia ellos.
-Hemos comprado una bolsa de patatas, no nos llegaba el dinero para más.- Alexy niega con la cabeza.- Estamos en la ruina.
-Lo estarás tú, porque yo tengo dinero.- Albert mira a su hermano.- ¿En qué te lo has gastado?
-Fui hace poco al centro comercial... Vi ropa de la nueva colección, ¿qué esperabas?
-No me digas más.
-¿Y Rox? ¿No ha venido?- Aisha pregunta curiosa.
-No, seguía con fiebre y cuando hablé con ella esta mañana, parecía estar algo afónica.- Rosalya coge un puñado de patatas.- Ha pillado un buen resfriado...
-No tardará en mejorar.- Responde Max con seguridad.- Quedan tres semanas...
-¿Tres? ¡Queda muy poco entonces!- Alexy mira a Sweet Nightmare sonriendo.- ¿Nerviosos?
-Calla.- Dinna suelta una carcajada.- No estoy mentalmente preparada. ¡Hay mucho que hacer todavía!
-¿Os pongo más nerviosos?- Nyx llama la atención de todos.- Se han vendido todas las entradas que ocupaban la pista.
-¡¿Qué?!- Luke se sorprende al escuchar aquello.- ¿Nos estás gastando una broma?
-Para nada. De momento tendréis un público de 250 personas.
-No me lo puedo creer, ¿de dónde ha salido tanta gente?
-Del instituto, de otros centros, adultos... Muchas personas se han interesado por el concierto. ¡Tenemos todo el dinero para el viaje a Nueva York!
-No me lo creo.- El cantante sonríe emocionado.- ¿Os dais cuenta de lo que supone esto? Tenemos que hacer que sea un gran concierto.
-Lo será.- Afirma Aisha con una sonrisa.
-Por cierto, ¿y el tema de las colaboraciones? ¿Qué canciones vais a cantar?- Alexy intenta sacar información.
-No podemos decir nada, pero tu hermano tiene una voz muy buena.- Dinna mira al gemelo de pelo oscuro con una sonrisa.- Siempre la ha tenido.
-Por no decir de Rox....- La italiana coge una patata y se la lleva a la boca.
-Eso, vosotros dejadnos con las ganas de saber cosas... ¡Se supone que todos somos Sweet Nightmare!- Rosalya les mira seria.
-Lo somos, pero queremos daros una sorpresa. No hay nada de malo en eso.- Max tira la colilla y la apaga con la suela de sus deportivas.- Esperad tres semanas y podréis verlo todo.
Se acomoda en su cama junto a la chica y enciende el ordenador para poder ver una película.
-Rosa... ¿Qué te pasa?
-Nada. Estaba pensando en mi cosas.- Sonríe levemente.- Dentro de dos meses haremos medio año juntos.
-Sí... ¿Alguna vez pensaste que acabaríamos saliendo?- Luke introduce la contraseña y mira a la joven.
-No.- Responde con sinceridad.- Siempre ibas detrás de alguna, era difícil creer que yo te gustaba.
-Bueno, tú también has tenido lo tuyo con otros chicos... Pero piénsalo, contigo era diferente.
-Me tratabas como una amiga.
-Con la diferencia de que intentaba ligar contigo.
-Pues no se notaba...- Rosalya se empieza a reír.
-¡Era difícil! Éramos amigos, ¿y si yo a ti no te gustaba?- Él también se ríe.- Al final las cosas acabaron bien, ¿no?
Ella asiente con la cabeza y le da un beso en la mejilla. Le quita ordenador y abre la carpeta para buscar una película. Antes de llegar a esa, encuentra una con el nombre de "Nuevas canciones", curiosa, la abre.
-¿Has escrito nuevas letras?
-Sí... ¿Quieres leerlas?
-¿Me dejas?
-Claro, ¿cuándo te he negado que las veas?- Luke sonríe.- Bueno, menos esa. Esa no la puedes ver.- Señala una de ellas.
-"Just look at me". ¿Qué tiene de especial?
-La podrás escuchar en el concierto. La he ecompuesto junto con Max y David.
-Seguro que es muy buena. Con tu permiso... Empezaré por esta.
Entre comentarios, explicaciones, alguna que otra risa y pasada media hora, la joven termina de leer todas las letras que había allí. Mira a su novio orgullosa. Desde luego que la música es lo suyo.
-Deberías pensar seriamente en dedicarte a esto.
-Ya os lo he dicho muchas veces. Amo la música, pero es simplemente un hobby.
-Luke, escribes letras muy buenas. Y la música que compones también lo es, de verdad. No entiendo mucho de esto, pero sé reconocer el talento de las personas.
-Me halagas cielo, pero no me quiero dedicar a esto.
-¿Y entonces? ¿Qué quieres hacer? Nunca me lo has dicho.
-Bueno... Tenía pensando estudiar Periodismo.
-¿De verdad? ¿Por qué no me he enterado de esto?- Rosalya le mira detenidamente.
-Porque el único que lo sabe es Max. Mis padres no están de acuerdo con la idea. Se empeñan en que sea un empresario o un arquitecto.- El chico se encoge de hombros.- No solemos hablar de esto en casa.
-Pero... Dentro de poco tendrás que decidir en qué Universidad quieres estudiar.
-Ya... Y no sé cómo mencionarles el tema.
-Por mucho que ellos quieran que estudies eso, eres tú el que debe elegir. ¿Quieres ser periodista? Adelante. Sabrás aprovechar la oportunidad.- La joven le acaricia la mejilla y después de la un corto beso.- Confío en ti.
-Gracias Rosa.- Sonríe de lado y vuelve a darle otro beso.- Te quiero, ¿lo sabías?
-Creo que sí...- Se ríe divertida.- Yo también a ti, Petterson.
Resopla y deja el bolígrafo sobre las hojas. Pasa las manos por su pelo y se pone de pie.
-¿Quieres que lo dejemos un rato?- Aisha se quita las gafas y mira al joven por unos segundos.
-Por favor...- Albert se tira sobre su cama.- Soy un completo inútil.
-Eh, no vuelvas a decir eso.
-¿No te das cuenta? Llevas más de media hora intentando explicarme lo mismo y no consigo hacerlo por mi cuenta.
-No es algo fácil de entender. No te sientas presionado, tienes más días para poder memorizarlo.
-Llegará el día del examen y suspenderé. Los números no son lo mío, está claro.- El gemelo de pelo oscuro se reincorpora y mira a la joven.- ¿Te apetece tomar algo?
-Sprite, como siempre.
-Voy a por ello, ahora vuelvo.- Sale de la habitación dejando a su novia allí.
La chica mira la hora en su móvil. Son las siete de la tarde. No debería tardar mucho en irse a casa...
-¡Hola!- Alexy se asoma por la puerta.- ¿Cómo va esa tarde de estudio?
-Tu hermano tiene la moral por los suelos. ¿Siempre es así?
-Con los estudios sí. Si algo le cuesta, se vuelve muy negativo.
-Me sabe mal escucharle decir que es un inútil.- Suspira.- En fin, habrá que solucionar este problema...
-Buena suerte, lo llevo intentado desde que empezamos a ir al colegio.- El rubio se sienta en la cama y mira a la chica sonriendo.- ¿Cómo te sientes al ser la pareja de mi hermano? Creo que eres la primera novia seria que ha tenido en toda su vida.
-Alexy, ¿por qué no te callas un rato?- Albert entra y le mira seriamente.- Te encanta ponerme en evidencia, ¿verdad?
-Es cierto, ¡es tu primera novia! ¡Eres un novato en esto!
-Ya lo sabe...
-Por el momento las cosas van bien. ¿Qué esperabas? Llevamos dos días saliendo.- Aisha coge su lata de refresco y bebe un trago.- Aunque... Se le nota que es nuevo.
-Mm... ¿Gracias?- El joven se sienta de nuevo en su cama.- No sé cómo debería sentirme por eso.
-No es malo, en realidad es muy tierno por tu parte.
El gemelo de pelo oscuro se sonroja haciéndoles reír a su hermano y a la italiana.
-¿En qué dirías que es nuevo?- Alexy pregunta curioso.
-No sé... A ver, se nota que ha estado con más chicas...- Ahora es ella la que se sonroja.- Pero me he dado cuenta que me trata como si fuese de cristal o algo.- Se ríe divertida.- Cuando me quiere dar un abrazo por ejemplo, lo hace dudando.
-¡Es que no sé si te va a sentar bien o no!- Se justifica el chico.- No soy muy cariñoso pero, ¿y si no te gustan mis abrazos?
-¿Qué?- El rubio se empieza a reír.- ¿Cómo no le van a gustar tus abrazos? A no ser, que pretendas aplastarla y dejarla sin aire...
-Ya te digo yo, que eso no pasa.- La morena de ojos oscuros sonríe.- Pero no sé, ¡no tengas miedo de darme un abrazo! ¡No me voy a romper!
-¿Quieres un abrazo?
-En condiciones, por favor.
-Bien, pues te lo doy.- Albert se acerca a ella y la estrecha entre sus brazos con fuerza. Sonríe al ver que ella le devuelve el gesto y después le da un cálido beso en la cabeza.- ¿Contenta?
-Mucho.
-Bueno... Creo que me voy a por las velas que buscábamos el otro día...- Alexy se pone de pie.- ¡Mamá! ¡Dime dónde guardas las velas!- Grita emocionado mientras sale de la habitación.
-¡En el baño hay velas aromáticas! ¿Te sirven esas?- Responde la mujer desde la planta baja.
-¡Sí, sí! ¡Esas son perfectas!- El rubio vuelve a asomarse por la puerta y sonríe al ver que se están riendo por aquel numerito que ha montado.- ¿Os cierro la puerta? A lo mejor queréis un poco de intimidad. Esperad.- Sale corriendo y a los segundos regresa con dos velas de color azul que deja en el escritorio.- Ahora sí, os cierro la puerta y ya vosotros... Hacéis lo que tengáis que hacer.
-Serás idiota...- Albert se sigue riendo junto a la chica.- Haz el favor de irte... Y de llevarte las velas.
Se acomoda en su cama junto a la chica y enciende el ordenador para poder ver una película.
-Rosa... ¿Qué te pasa?
-Nada. Estaba pensando en mi cosas.- Sonríe levemente.- Dentro de dos meses haremos medio año juntos.
-Sí... ¿Alguna vez pensaste que acabaríamos saliendo?- Luke introduce la contraseña y mira a la joven.
-No.- Responde con sinceridad.- Siempre ibas detrás de alguna, era difícil creer que yo te gustaba.
-Bueno, tú también has tenido lo tuyo con otros chicos... Pero piénsalo, contigo era diferente.
-Me tratabas como una amiga.
-Con la diferencia de que intentaba ligar contigo.
-Pues no se notaba...- Rosalya se empieza a reír.
-¡Era difícil! Éramos amigos, ¿y si yo a ti no te gustaba?- Él también se ríe.- Al final las cosas acabaron bien, ¿no?
Ella asiente con la cabeza y le da un beso en la mejilla. Le quita ordenador y abre la carpeta para buscar una película. Antes de llegar a esa, encuentra una con el nombre de "Nuevas canciones", curiosa, la abre.
-¿Has escrito nuevas letras?
-Sí... ¿Quieres leerlas?
-¿Me dejas?
-Claro, ¿cuándo te he negado que las veas?- Luke sonríe.- Bueno, menos esa. Esa no la puedes ver.- Señala una de ellas.
-"Just look at me". ¿Qué tiene de especial?
-La podrás escuchar en el concierto. La he ecompuesto junto con Max y David.
-Seguro que es muy buena. Con tu permiso... Empezaré por esta.
Entre comentarios, explicaciones, alguna que otra risa y pasada media hora, la joven termina de leer todas las letras que había allí. Mira a su novio orgullosa. Desde luego que la música es lo suyo.
-Deberías pensar seriamente en dedicarte a esto.
-Ya os lo he dicho muchas veces. Amo la música, pero es simplemente un hobby.
-Luke, escribes letras muy buenas. Y la música que compones también lo es, de verdad. No entiendo mucho de esto, pero sé reconocer el talento de las personas.
-Me halagas cielo, pero no me quiero dedicar a esto.
-¿Y entonces? ¿Qué quieres hacer? Nunca me lo has dicho.
-Bueno... Tenía pensando estudiar Periodismo.
-¿De verdad? ¿Por qué no me he enterado de esto?- Rosalya le mira detenidamente.
-Porque el único que lo sabe es Max. Mis padres no están de acuerdo con la idea. Se empeñan en que sea un empresario o un arquitecto.- El chico se encoge de hombros.- No solemos hablar de esto en casa.
-Pero... Dentro de poco tendrás que decidir en qué Universidad quieres estudiar.
-Ya... Y no sé cómo mencionarles el tema.
-Por mucho que ellos quieran que estudies eso, eres tú el que debe elegir. ¿Quieres ser periodista? Adelante. Sabrás aprovechar la oportunidad.- La joven le acaricia la mejilla y después de la un corto beso.- Confío en ti.
-Gracias Rosa.- Sonríe de lado y vuelve a darle otro beso.- Te quiero, ¿lo sabías?
-Creo que sí...- Se ríe divertida.- Yo también a ti, Petterson.
Resopla y deja el bolígrafo sobre las hojas. Pasa las manos por su pelo y se pone de pie.
-¿Quieres que lo dejemos un rato?- Aisha se quita las gafas y mira al joven por unos segundos.
-Por favor...- Albert se tira sobre su cama.- Soy un completo inútil.
-Eh, no vuelvas a decir eso.
-¿No te das cuenta? Llevas más de media hora intentando explicarme lo mismo y no consigo hacerlo por mi cuenta.
-No es algo fácil de entender. No te sientas presionado, tienes más días para poder memorizarlo.
-Llegará el día del examen y suspenderé. Los números no son lo mío, está claro.- El gemelo de pelo oscuro se reincorpora y mira a la joven.- ¿Te apetece tomar algo?
-Sprite, como siempre.
-Voy a por ello, ahora vuelvo.- Sale de la habitación dejando a su novia allí.
La chica mira la hora en su móvil. Son las siete de la tarde. No debería tardar mucho en irse a casa...
-¡Hola!- Alexy se asoma por la puerta.- ¿Cómo va esa tarde de estudio?
-Tu hermano tiene la moral por los suelos. ¿Siempre es así?
-Con los estudios sí. Si algo le cuesta, se vuelve muy negativo.
-Me sabe mal escucharle decir que es un inútil.- Suspira.- En fin, habrá que solucionar este problema...
-Buena suerte, lo llevo intentado desde que empezamos a ir al colegio.- El rubio se sienta en la cama y mira a la chica sonriendo.- ¿Cómo te sientes al ser la pareja de mi hermano? Creo que eres la primera novia seria que ha tenido en toda su vida.
-Alexy, ¿por qué no te callas un rato?- Albert entra y le mira seriamente.- Te encanta ponerme en evidencia, ¿verdad?
-Es cierto, ¡es tu primera novia! ¡Eres un novato en esto!
-Ya lo sabe...
-Por el momento las cosas van bien. ¿Qué esperabas? Llevamos dos días saliendo.- Aisha coge su lata de refresco y bebe un trago.- Aunque... Se le nota que es nuevo.
-Mm... ¿Gracias?- El joven se sienta de nuevo en su cama.- No sé cómo debería sentirme por eso.
-No es malo, en realidad es muy tierno por tu parte.
El gemelo de pelo oscuro se sonroja haciéndoles reír a su hermano y a la italiana.
-¿En qué dirías que es nuevo?- Alexy pregunta curioso.
-No sé... A ver, se nota que ha estado con más chicas...- Ahora es ella la que se sonroja.- Pero me he dado cuenta que me trata como si fuese de cristal o algo.- Se ríe divertida.- Cuando me quiere dar un abrazo por ejemplo, lo hace dudando.
-¡Es que no sé si te va a sentar bien o no!- Se justifica el chico.- No soy muy cariñoso pero, ¿y si no te gustan mis abrazos?
-¿Qué?- El rubio se empieza a reír.- ¿Cómo no le van a gustar tus abrazos? A no ser, que pretendas aplastarla y dejarla sin aire...
-Ya te digo yo, que eso no pasa.- La morena de ojos oscuros sonríe.- Pero no sé, ¡no tengas miedo de darme un abrazo! ¡No me voy a romper!
-¿Quieres un abrazo?
-En condiciones, por favor.
-Bien, pues te lo doy.- Albert se acerca a ella y la estrecha entre sus brazos con fuerza. Sonríe al ver que ella le devuelve el gesto y después le da un cálido beso en la cabeza.- ¿Contenta?
-Mucho.
-Bueno... Creo que me voy a por las velas que buscábamos el otro día...- Alexy se pone de pie.- ¡Mamá! ¡Dime dónde guardas las velas!- Grita emocionado mientras sale de la habitación.
-¡En el baño hay velas aromáticas! ¿Te sirven esas?- Responde la mujer desde la planta baja.
-¡Sí, sí! ¡Esas son perfectas!- El rubio vuelve a asomarse por la puerta y sonríe al ver que se están riendo por aquel numerito que ha montado.- ¿Os cierro la puerta? A lo mejor queréis un poco de intimidad. Esperad.- Sale corriendo y a los segundos regresa con dos velas de color azul que deja en el escritorio.- Ahora sí, os cierro la puerta y ya vosotros... Hacéis lo que tengáis que hacer.
-Serás idiota...- Albert se sigue riendo junto a la chica.- Haz el favor de irte... Y de llevarte las velas.
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